Crítica de 'Guillermo Tell' (***): La entereza de la manzana ante la flecha
Nick Hamm ha recogido la historia y construido una película de acción, aventuras, épica y de capa y espada que resulta visualmente atractiva y con buenas dosis de entretenimiento
'Guillermo Tell': cine épico con lectura política en plena Europa en tensión

Del personaje de Guillermo Tell, al menos por aquí, se saben cuatro cosas: el padre, el hijo, la manzana y la flecha, y esta película dirigida por el británico Nick Hamm llega para contarle algo más a los curiosos. Lo primero que hay que ... saber del suizo Wilhelm Tell es que, como Robin Hood, el Rey Arturo o la manzana de Blancanieves, es un personaje de leyenda y producto de la imaginación o de crónicas populares y épicas que viajan de siglo en siglo. Y que esa leyenda lo sitúa en el siglo XIV y durante la lucha por la independencia de los cantones suizos del poder austríaco de la Casa de Habsburgo.
Y su personaje ideal y su lucha por la libertad inspiró a dramaturgos como Schiller o músicos como Rossini para hacer grandes obras. Nick Hamm ha recogido la historia y construido una película de acción, aventuras, épica y de capa y espada que resulta visualmente atractiva y con buenas dosis de entretenimiento. Naturalmente, arranca con las cuatro cosas que sabemos, el momento en que Guillermo Tell es obligado a disparar con su ballesta a la manzana que reposa sobre la cabeza de su hijo. Y a partir de ahí, cuenta la peripecia de los personajes, las intrigas de los opresores y la rebelión y lucha de los oprimidos.
Como no hay gama de grises ni grandes complejidades, los 'buenos' son excelentes y los 'malos' son terribles, se sigue la historia siempre desde el 'lado correcto' y puede uno implicarse en ella sin titubeos éticos (no como ahora, que cambian 'lo correcto' de lado cada dos por tres y se suele llevar la ética colgada de un hilo). Incluso los protagonistas llevan impreso en su rostro el bando al que pertenecen: la serenidad y franqueza del rostro de Claes Bang (Guillermo Tell) contra la jeta de perturbado de Connor Swindells (el villanísimo Gessler) o su mano derecha (Stauffacher) que interpreta Rafe Spall, con una expresión dañina que no la ha sacado de su padre, el candoroso Timothy Spall. Y para el personaje malévolo del Rey, presta su más oscuro semblante Ben Kingsely, su otra cara que cuando hizo 'Gandhi'. En el papel de esposa de Guillermo Tell está Golshifteh Farahani y su maravilloso rostro de virgen de lienzo antiguo.
La acción está muy bien tramada, el desarrollo de la historia es interesante, bien colocados los sentimientos y los entretenimientos, bonitos los paisajes alpinos y en su sitio el mensaje de lucha y libertad. Todo sencillo, lustroso y jugoso como una manzana.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete