Madrid

Casa Felisa

6.5 /10
Precio medio
70€
Dirección
Beneficiencia,15
Teléfono
914 47 51 11 Llamar
Web
www.casafelisamadrid.com
 Casa Felisa
Casa Felisa Beneficiencia 15,Madrid

Vivimos tiempos del quiero y no puedo. Tiempos de hamburguesas sin carne, de quesos sin leche, de ginebras sin alcohol. Productos que no son, ni deberían llamarse, hamburguesa, queso o ginebra. Me hago esta reflexión leyendo la nota de prensa de este restaurante, que se ha inventado la historia de una inexistente Felisa para darle nombre y hacer creer que se trata de una casa de comidas tradicional. En este caso algo innecesario porque el cocinero es el veterano Antonio del Álamo, que lleva muchos años demostrando su categoría interpretando esa cocina entre clásica y castiza que tanto gusta en Madrid. En realidad, Casa Felisa no es un restaurante nuevo. Hasta ahora se llamaba Media Ración.

Lo que ocurre es que, tras la salida como socios de los propietarios de Cuenllas, los responsables del hotel Urso han aprovechado, manteniendo al cocinero, para remozar el comedor, más elegante ahora; incorporar platos más sofisticados y una materia prima más lujosa y, de paso, elevar los precios. Siempre manteniendo la línea de cocina tradicional de la anterior etapa. Me gusta de este Casa Felisa la recuperación de platos casi desaparecidos en las cartas como el rape alangostado, los macarrones con chorizo o los filetes rusos. No me gusta el exceso de producto lujoso más llamado a epatar que a aportar algo al plato. Así el caviar en una tortilla abierta o con huevos estrellados, dos elaboraciones que se facturan a 90 euros. O que al citado rape alangostado, muy rico por sí solo, le añadan tartar de cigala para cobrarlo a 30.

Tampoco me gustan algunos detalles impropios de la categoría que se pretende: ¿cómo se pueden presentar para aliñar una ensalada esas botellitas de aceite y vinagre que ponen en trenes y aviones con las comidas con las que castigan a sus clientes? Si obviamos estos detalles y vamos a las cosas más sencillas de la carta, podemos comer bien, aunque hay platos necesitados de algunos ajustes. En la parte positiva, crujientes y sin grasa las tortillas de camarones que se sirven con la ensaladilla (18) y que perfectamente podrían presentarse solas. Estupenda la raya escabechada con vinagreta de lentejas (23) y sabroso el salpicón de cola de bogavante con berberechos (30).

Muy bien también las tortillas abiertas menos lujosas: con gambas (18) o con esturión (22). Y mención especial para esos filetes rusos (24) que se hacen con presa, y para las patatas suflé (6) que los acompañan. En la parte negativa, una potente mayonesa de ajo negro anula unos delicados buñuelos de bacalao (16), y el pincho moruno de vaca (16) resulta plano pese a una buena bearnesa. Insípida la ensalada de tomate (6) y duro el grano de un arroz con leche caramelizado (8). El servicio es amable, aunque debería preguntar menos a los clientes si les ha gustado cada plato. Y para beber, amplia bodega, con notable presencia de vinos de Madrid y buena oferta por copas.