Desmantelado un grupo neonazi terrorista que planeaba asesinar a Meloni
Detenidas 12 personas, con base en Bolonia y seguidores en toda Italia, con el sueño de un golpe de Estado
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Un grupo neonazi pretendía asesinar a la primera ministra, Giogia Meloni, a la que acusaban de «traidora», «concubina de Sión» y «fascista hasta que llegó al poder, pero ahora niega serlo». La policía detuvo en toda Italia a doce miembros del grupo supremacista y neonazi ... División Werwolf, acusadas de asociación con fines de terrorismo, propaganda e incitación al delito por motivos raciales, discriminación étnica y religiosa, además de posesión ilegal de armas. La base del grupo estaba en Bolonia, capital de Emilia-Romaña, al norte de Italia, pero tenía seguidores en toda Italia. La obsesión de los neonazis era eliminar a Giorgia Meloni, para pasar luego a la guerra civil y a un golpe de Estado. Según la policía, la célula neonazi «ya estaba en fase operativa» y «capaz de llevar a cabo ataques con técnicas utilizadas tanto por supremacistas blancos como por yihadistas».
El plan de asesinato de la primera ministra lo contaron los detenidos en mayo del año pasado y fue registrado por la policía en escuchas telefónicas. Salvatore Nicotra, un boloñés de 45 años, asiduo de gimnasios de boxeo tailandés y entusiasta de las armas de fuego, reveló el plan: «Entrené a cinco guerrilleros para darles un arma en la mano y que se pusieran delante de Meloni y le dispararan en la cabeza». El propio Nicotra se declaró «dispuesto a morir por la causa». El plan incluía un punto de francotirador: «Hay un hotel frente al Parlamento. Allí se puede disparar un tiro desde arriba».
El proyecto de Salvatore Nicotra, que se dedicaba al proselitismo y formación de nuevos reclutas, formaba parte de un plan más amplio, que describía así en una escucha telefónica: «Ir a Roma para dar un golpe de Estado contra el gobierno... en el Parlamento. Quería darles a todos un arma, un rifle para todos, entrenados para la guerra de guerrillas (…) Es hora de formar dos ejércitos, uno delante de los guardias del Parlamento italiano y otro detrás de los propios guardias, para cogerlos por sorpresa tras el primer ataque. Y un tercer frente que entra en el Parlamento y saca a los políticos». Entre los objetivos del grupo terrorista se encontraban también el periodista del canal La7 David Parenzo y el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab.
Así nació la investigación
La investigación comenzó a partir de un panfleto. En 2022, la DIGOS (policía estatal especializada en delitos graves sobre seguridad y orden público) encontró un panfleto, distribuido por todo el territorio de Emilia-Romaña, representando la imagen de un hombre con la llamada «máscara de calavera» y otros símbolos nazis. En el texto del panfleto se leía esta cita del ultraderechista francés Dominique Venner: «Nada se logrará hasta que las semillas del régimen liberal sean erradicadas hasta la última raíz. Por eso es necesario destruir su organización política, demoler sus ídolos y sus dogmas, eliminar a sus amos conocidos y ocultos, mostrar al pueblo cómo ha sido traicionado, explotado y profanado«. El panfleto llevaba la firma Werwolf Division, con el enlace al canal de Telegram.
La investigación de la policía especializada, la Digos, involucra a 25 personas en varias ciudades italianas, desde Palermo hasta Milán, acusadas de haber organizado y formado parte del grupo Werwolf Division, nombre que evoca a los «hombres lobo», la unidad especial de jóvenes creada por Hitler en 1944 para combatir el avance de los aliados hacia Alemania mediante asesinatos y sabotajes. Luego cambió su nombre a Nueva División Alba, una célula de Ordine de Hagal, organización de extrema derecha que reúne a supremacistas de medio mundo. «Del análisis del tráfico en el canal de Instagram de Werwolf Division, de clara inspiración nazi, los usuarios y administradores podían compartir mensajes y archivos multimedia», escribe la jueza de instrucción Nadia Buttelli en las 474 páginas de la orden de prisión preventiva.
El modelo terrorista
La Digos se infiltró en el canal y descubrió contactos del grupo neonazi con yihadistas, intentos de reclutamiento en Internet y relaciones con los dirigentes de Forza Nuova, de extrema derecha neofascista. El grupo neonazi y supremacista llevaba a cabo su actividad propagandística y de reclutamiento de «nuevos hombres y mujeres listos para la revolución» en dos canales de Telegram. Sus mensajes reflejaban odio hacia la gente de color, los judíos y los inmigrantes en frases como estas: «Un hombre blanco vale más que tres negros»; «no hay evidencia de que los nazis practicaran genocidio o exterminaran deliberadamente a seis millones de judíos»; al pasar delante de una escuela primaria, veo ahora completa la sustitución étnica: de 50 niños habré visto como máximo 3 caras italianas, el resto eran africanos, árabes, rumanos, chinos...». El grupo tenía tres líderes: el »comandante« Daniele Trevisani, el ideólogo del grupo; el «instructor» Salvatore Nicotra tenía la tarea de alistar y formar militarmente a los miembros del grupo; Andrea Ziosi, el «editor», encargado de la comunicación y el contacto con las células en otros países. El entrenamiento consistía en disparar con armas en un campo clandestino. Entre los detenidos está el tenor Joe Fallesi, de 76 años, de Apulia, acusado de ser administrador de un grupo de Telegram. Entre los investigados hay dos menores y la asociación está acusada de haber involucrado e instigado a menores de 18 años.
Para la jueza de instrucción, Nadia Buttelli, el proyecto subversivo contra la primera ministra en el punto de mira, lejos de ser meramente teórico, estuvo acompañado de la formación de «guerrilleros» entrenados en un entorno violento como el neonazi, con el objetivo concreto de buscar armas en la web, instigando a otros nazis a prepararse comprando armas. El ejemplo en el que se inspiraron fueron terroristas como Pierluigi Concutelli o Giusva Fioravanti y el modelo eran los NAR (Grupos Armados Revolucionarios), un grupo terrorista involucrado en una serie de atentados durante los años 70 y 80. En una conversación interceptada algunos miembros del grupo neonazi hablaban de la posibilidad de «arriesgarlo todo» para mejorar la situación en Italia. En su llamamiento a la subversión, uno de ellos mencionó a los NAR, que «casi derrocan al gobierno».
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