Los Grammy solidarios, una gala sin premios para Taylor Swift, un 'beef' para Drake y muchos altibajos en las actuaciones
La ceremonia osciló entre el sopor de Sabrina Carpenter, Benson Boone o Shaboozey y el alto voltaje de Doechii, Raye o Charlie XCX
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Ha habido muchas quejas por la celebración de estos Grammy con el olor a quemado aún flotando en el aire de Los Angeles, y también una ola de peticiones de aplazamiento impulsada por los propios interesados, los nominados. Este diario pudo constatarlo hace unos ... días al entrevistar a Caleb Calloway, productor estrella de la escena urbana que optaba a uno de los gramófonos: «No voy a acudir a la ceremonia, ni yo ni algunos amigos míos. No nos parece bien que se haga ahora, por mucho que pinten la gala de solidaria. No es el momento».
Pero la maquinaria de los Grammy no se detuvo, y en la noche del pasado domingo volvió a ofrecer una gran fiesta, en parte con fines benéficos, y con un emotivo discurso de arranque de homenaje a los damnificados por el fuego, sí, pero sobre todo con el objetivo de sacar brillo a las coronas de los monarcas de la música actual.
La banda Dawes formada por los hermanos Taylor, cuya casa también fue esto de las llamas, inauguró la gala acompañada por St. Vincent, Sheryl Crow, Brittany Howard, John Legend y Brad Paisley para lanzar un canto de amor a la Los Angeles; y después dar paso a Billie Eilish y su hermano Fineas, que actuaron desde un plato que recreó el paisaje de colinas y arbustos de la ciudad. Y antes de la primera entrega de gramófono dorado, el incomprensible fenómeno Sabrina Carpenter interpretó un popurrí al estilo de los grandes musicales, con cambios de vestuario y decoración, con un fallido toque de humor salpicado de gags de los más tontorrones.
Cardi B presentó el premio a mejor disco de rap, que fue para 'Alligator' de Doechii, que sorprendió derrotando al favorito Eminem y venció recordando que en más de cuarenta años desde que se creara la categoría, sólo han ganado tres mujeres: Lauryn Hill, Cardi B y ella.
El Mejor Álbum Vocal de Pop fue para 'Short N' Sweet' de una Sabrina Carpenter aplaudidísima por una Taylor Swift algo sobreactuada en su celebración. Y otra artista femenina relativamente nueva, Chapelle Roan, tomó las riendas de la siguiente actuación, nunca mejor dicho: fue una especia de homenaje a la vida cow-boy, con una bizarra mezcla visual que mezclaba vaqueros y payasos. Igual que la de Carpenter, otra actuación poco memorable.
Taylor Swift presentó el galardón al Mejor Disco de Country, que estaba cantado que iría para Beyoncé -por mucho que se hiciera la sorprendida-, especialmente después del desprecio que la artista sufrió en los Premios de la Música Country. Lo cual dejó el fotón de la velada: las dos reinas del pop juntas en el escenario.
Los sensacionales Khruangbin aportaron un poco de sensibilidad y elegancia musical con una actuación que el presentador de la gala describió como «el momento perfecto para que subiera la gominola de cannabis», y un Benson Boone con ínfulas de Freddie Mercury cantó la ya exasperante 'Beautiful things', antes de que Doechii subiera al escenario para demostrar por qué es la rapera del año con una actuación tan potente como divertida.
Y de nuevo vuelta al aburrimiento, con Teddy Swims y su 'Lose control', una especie de sucedáneo del 'Crazy' de Gnarls Barkley pero con mucha menos gracia; y con Shaboozey y las indescriptibles pintas de estrella country de serie B con las que interpretó el flácido hit 'A bar song (tipsy)'. Mucho mejor estuvo Raye con el hábil cóctel del estilos y el arrojo que le echó a la sardónica 'Oscar Winning Tears', antes de que Chapelle Roan subiera a recoger el premio a Mejor Nueva Artista con un outfit de clown que cumplió a la perfección con su función cómica dejándola en ridículo al caérsele el gorro de pico.
Bruno Mars y Lady Gaga cumplieron con el homenaje a Los Angeles cantando una versión descafeinada de 'California Dreamin', de The Mamas & The Papas, y a continuación, Shakira supo echarle valor al momento dedicando su premio a Mejor Álbum Latino a los emigrantes que están siendo acosados por la administración Trump.
El merecido tributo a Quincy Jones no fue todo lo brillante y espectacular que hubiera merecido el titán de la producción aunque contó con figurones como Herbie Hancock, Dee Dee Bridgewater y Stevie Wonder, y Lady Gaga y Brunos Mars enfilaron la recta final de premios ganando 'Mejor Interpretación Vocal' por 'Die with a smile', con mensaje de ella a favor del colectivo trans incluido.
Chris Martin rindió el homenaje a los fallecidos en el último año con especial mención a Liam Payne, y Miley Cyrus entregó el Grammy a Mejor Grabación del Año a Kendrick Lamar por 'Not like us', un tema diseñado para humillar a su némesis, Drake. Shakira se puso en plan bailadora del vientre para abrir un medley donde no faltó el temita con Bizarrap; Alicia Keys se llevó el gramófono negro, el creado por el rapero Dr. Dre para premiar el Impacto Global, antes de que Charli XCX montara un fiestón en el escenario para dar aso al cuerpo de bomberos de Los Angeles, encargado de presentar el premio gordo, Disco del Año, que fue para 'Cowboy Carter' de Beyoncé.
Ese reconocimiento para Beyoncé fue uno de los hitos de estos Grammy 2025, ya que nunca había ganado ese galardón a pesar de contar sus gramófonos por docenas. Pero la ceremonia de este año será recordada por el batacazo de Taylor Swift, que normalmente se lo lleva casi todo y esta vez no se llevó nada, y por la humillación a Drake al nombrar Canción del Año a 'Not like us', el tema con el que Kendrick Lamar dispara dardos tremendos al cantante canadiense.
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