El Museo Arqueológico estudia identificar con un logotipo especial los restos humanos
Un informe de Cultura recomendaba contextualizar mejor la momia guanche apartada en los almacenes del MAN, no su retirada definitiva
La conservadora que custodió la momia guanche seis años: «Sacarla de su vitrina no parece la mejor idea»

Tras enterrar la momia guanche del barranco de Herques en los almacenes, al considerar Ernest Urtasun que la pieza no se exponía al público con el debido respeto, el Museo Arqueológico Nacional (MAN) estudia ahora incorporar a su discurso expositivo un «logotipo distintivo» ... en las vitrinas que muestran restos humanos. Así figura en un informe técnico, al que ha tenido acceso ABC, elaborado con anterioridad a la decisión del Ministerio de Cultura de esconder las momias de los museos estatales. Fuentes del MAN lo confirman: «El proyecto está en desarrollo».
El Arqueológico, el más visitado de los 16 museos estatales que gestiona el Ministerio de Cultura, conserva un total de 10.060 restos humanos entre cuerpos humanos (10.056), completos o partes, y relicarios (4) de la segunda mitad del siglo XVIII. En agosto del año pasado, cuando se rubricó este informe, 10.039 de estos restos se custodiaban en los almacenes. Este nuevo logotipo con el que el MAN pretende identificar a los restos humanos que se exponen afectaría por tanto a cerca de 40 piezas. Entre ellas, personas momificadas de la cultura egipcia, mandíbulas y molares de la prehistoria y cráneos humanos y falanges del periodo Neolítico-Calcolítico.
De todos, el caso más problemático es el de la momia guanche de Tenerife. El informe, elaborado por la Subdirección General de Museos Estatales a partir de la información de los técnicos, decía: «Se muestra con una breve cartela que no justifica su presencia, especialmente porque ya no se representa en la estampa que la acompaña, salvo si se compartiera más contenido sobre la misma que haga indispensable su exhibición». Y proponía: «En tanto se trabaja en aportar una contextualización más completa, cabría valorar la conveniencia de trasladarla a las salas de reserva».
Lo que el informe sugería, por tanto, no era una retirada definitiva, sino temporal, mientras el museo buscaba el modo de ajustar su exposición «a los parámetros deontológicos aplicables en la materia», y se reconocía que las comunidades de origen no han manifestado «inconveniente para la exhibición de sus personas momificadas», igual que ocurre con las momias egipcias. Los museos canarios, igual que los museos de la región, llevan años reclamando la devolución de la momia, pero no para esconderla en los almacenes, como ordenó Urtasun hace un mes, sino para exponerla al público.
Tras el MAN (10.060), el que cuenta con la colección más grande de restos humanos es el Museo Nacional de Antropología, con 4.448. La inmensa mayoría (4.436) están ya en salas de reserva. «El Almacén de Antropología Física necesita de una mejor reordenación de los restos humanos que alberga», indicaba el informe. Del Museo de América, que ha tapado una momia de Perú, se decía que en algunos casos la contextualización no era adecuada. De los 16 museos estatales, solo dos no cuentan con restos humanos en sus colecciones: el Museo Nacional de Arqueología Subacuática y el Museo Casa Cervantes.
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