Cristina Casabón

Articulista de Opinión

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Columnista en ABC

taconeando

Feliz Democracia

Pese a las conspiraciones ideológicas, pese a la idiotez, los extremismos y el interés mal enfocado, esta época no podrá afixiarnos

Cristina Casabón

Al lector

Como mendigos hambrientos, seguiremos buscando verdades que nutren nuestra miseria

Cristina Casabón

Un último ole para don Antonio

Vinculado a ABC, su marcha deja a muchos sin esa poesía que era su prosa sublime, sin ese pedazo de España que era su Recuadro

Cristina Casabón

Descodificación

Hoy somos tan poco libres que tenemos que regar nuestra parcela de libertad

Cristina Casabón

Navidad caribeña

La idea progre es que paguen la deuda y los intereses los que vienen detrás; una ideología económica que sólo podemos expresar así: tonto el último

Cristina Casabón

Madrid, la alternativa

Si los socialistas de Madrid viven mejor que los soberanistas catalanes, eso se lo debemos a la señora Ayuso

Cristina Casabón

Bofetada de realidad

Antonio vive en su mundo y no puede pisar calle, le gritan traidor mientras su equipo fotografía al gallo en la ventana

Cristina Casabón

España invertebrada

Para los nuevos héroes provincianos ya ha pasado el tiempo de España, su Constitución y sus grandes construcciones metafísicas

Cristina Casabón

El presidente o la realidad

Esta comedia trágica se lleva por delante toda la virtud de la izquierda antifranquista y socialdemócrata

Cristina Casabón

Todo por el sillón

Si hablamos de la derecha reaccionaria no hablamos de la amnistía ni del sillón

Cristina Casabón

Las palabras de 'El Padrino'

El escándalo no es que negocien. El escándalo está en que Sánchez no sepa negociar, o sea que claudique ante el capo Puigdemont

Cristina Casabón

R de reaccionarios

Es interesante constatar cómo se ha tergiversado el término reaccionario para callar las protestas de estos días

Cristina Casabón

Notas sobre el Duende

La sabiduría ancestral de nuestra cultura se halla en los sonidos negros

Cristina Casabón

Defender a La Gioconda

Europa, que se ha pasado la vida fraguando utopías, ya difícilmente puede vendernos la pornografía de la paz social