taconeando
El presidente o la realidad
Esta comedia trágica se lleva por delante toda la virtud de la izquierda antifranquista y socialdemócrata
Todo por el sillón (15/11/23)
Las palabras de El Padrino (11/11/23)
«La democracia es que se intenta hacer un acuerdo y cuando el acuerdo alcanza mayorías suficientes, se plasma en el Boletín Oficial. Y se acabó». Lo ha dicho el señor Ortuzar, presidente del PNV, que es nuestro Torrente político. Lo malo de un sistema ... montado sobre el fingimiento de la democracia es que ponen a cualquiera a colaborar, para hacer ambientazo. Dan ganas de llorar viendo a nacionalistas como Puchi y Ortuzar, con su camisa amarilla desgastada, creerse unos demócratas modélicos. Su nueva democracia de pistolas se anunciaba ayer entre versos de Antonio Machado, porque el público del presidente, me dicen, son unas señoras muy progresistas. Todo hay que hacerlo y escribirlo para estas señoras.
Machado, las vanguardias, Almudena Grandes, los Abertis, el 'gaslighting' psicológico, las Trece Rosas, Lorca y más 'gaslighting', todo se hace para unos señores progresistas que ayer se pusieron sentimentales escuchando al Sr. Sánchez. Acabaron rodando por el suelo, locos de amor, sollozando y recitando mentiras. Los depositarios de la autoridad creen que pueden ejercer su democracia de pistolas mientras tengan mayoría en el Congreso y un poema cursi a mano. Quizás tienen razón, pero no lo llamen democracia. Yo por mi parte, he dejado el tabaco y la poesía, y estos días releo la Constitución liberal de 1812. Los españoles, que seguimos pensando que la democracia también tiene un marco y un límite legal ya no pintamos nada, pero somos (a nuestro pesar) los guardianes y depositarios de aquella tradición liberal de Cádiz.
El recurso a la luz de gas o la comedia dramática, que parte siempre de un dato de la realidad para luego retorcerlo hasta el delirio imaginativo nos lleva a un dilema: Sánchez o la realidad. La realidad desoladora de saber que las más adecentadas interpretaciones y los más ahilados diálogos, las metáforas y los símbolos de Machado y, en definitiva, todo el discurso de ayer no tienen otro destinatario que unos progresistas que han olvidado la tradición democrática desde 1812 hasta 1978. Ni en las películas habíamos visto tal cosa: una izquierda que solo busca crear discordia condecorada con versos de A. Machado.
Sánchez o la realidad casi metafísica de ver las cosas como son y no como te cuenta su aparato mediático. El votante sin educación liberal puede ir alternando lo popular con lo culto, lo clásico con la verdad de la calle (la que resuena en Ferraz cada día) o bien leer un periódico donde haya libertad y opinión crítica. Lo que nadie, absolutamente nadie ha leído es el programa del PSOE donde se incluía la amnistía. Sánchez decía ayer en el Congreso que debe hacer de la necesidad virtud, pero esta comedia trágica se lleva por delante toda la virtud de la izquierda antifranquista y socialdemócrata. Este socialismo ya no es el de antes, sino una puesta en escena donde se hace posible el adulterio con personajes tan estupefacientes como Ortúzar y la reincidencia en un'diálogo democrático', que ni es democrático ni es diálogo.
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