La escisión juvenil de Bildu toma la Universidad del País Vasco: «Es la dictadura del pensamiento único»
Este mismo martes se suspendió una charla tras un escrache en Bilbao, donde resultó herida una ertzaina
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La presión que ejercen actualmente sobre el estudiantado los grupos de izquierda aberzale en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) no se puede comparar con el ambiente de décadas atrás. Es para celebrar, pues entonces profesores, alumnos y trabajadores de la Administración vivían ... amenazados por la sombra de ETA, con escoltas integrados entre libros y mochilas, pendientes de evitar posibles atentados dentro de los propios muros de la institución. Es el caso de Edurne Uriarte, diputada del PP en el Congreso, que sobrevivió tras la explosión fallida de un artefacto colocado en uno de los ascensores del Campus de Leioa (Bilbao), donde impartía clase.
Hoy, sin embargo, todavía es muy complejo promover allí discursos discrepantes, dentro de un espacio que es crucial en la batalla que libran actualmente distintas facciones juveniles de la izquierda aberzale. Múltiples alumnos con los que se ha puesto en contacto este periódico, y que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a verse señalados, lo describen como una «dictadura del pensamiento único». O conmigo o contra mí.
El último ejemplo sucedió el martes de la semana pasada, cuando un grupo de universitarios trataba de desarrollar una charla sobre criminología organizada por la Asociación de Estudiantes Derecho Europeos (ELSA, por sus siglas en inglés) en la Facultad de Economía y Empresa de Bilbao. Estaba prevista la intervención de tres expertos de la Ertzaintza y la noche anterior corrió el rumor: «Va a haber un escrache». Así fue, al día siguiente un grupo de alrededor de cuarenta personas apareció para impedir la entrada de los asistentes al aula, produciéndose un tumulto en el que se vio herida de forma leve una agente de la policía autonómica que acudía como oyente. Unos sucesos que no ocurren en centros privados de la región, como es el caso de Deusto.
La charla fue suspendida, a lo que se sucedieron comunicados tanto de la propia Universidad como del Consejo de Estudiantes condenando la violencia y en defensa de la libertad de expresión. Una dinámica que, según cuentan alumnos agraviados, se repite sin que nada cambie realmente: «Ya es como una tradición, está normalizado». A los escraches se unen otro tipo de acciones como huelgas, sabotaje de lecciones en curso, lanzamiento de bombas de humo o presiones hacia el propio Rectorado. Principalmente, exigiendo que mantenga a la Ertzaintza fuera de la Universidad. Aquellos de mayor intensidad los llevan a cabo personas que no forman parte del estudiantado y que llegan de fuera de la institución, donde sí existe un sector que les apoya.
No hay, como con ETA en activo, unidad de acción. Entonces se hacía lo que decía la banda terrorista. Detrás de la problemática, que se reproduce en distintos campus de las tres provincias vascas, hay dos grupos. Ernai (juventudes de EH Bildu) y GKS (Gazte Koordinadora Sozialista), aunque es este último el que ha tomado el protagonismo en los últimos años. Surgido durante la pandemia del Covid en 2020, se trata de una escisión de la línea oficial en el sector juvenil de la izquierda aberzale.
De ideología marxista, son críticos con la dirección del partido liderado por Arnaldo Otegi, ya desde hace años inmerso en las instituciones, de quien tratan de absorber sus bases. Los enfrentamientos con Ernai también se viven fuera de la Universidad, como en las distintas fiestas populares con motivo de la hegemonía por el espacio de las 'txosnas' (casetas). Una fuente de financiación para su actividad, de la que Bildu, al mando en muchos Ayuntamientos, ha tratado de desplazarles.
Intento de expansión
Si bien desarrollan una estrategia mediante la que cual buscan alcanzar todos los sectores de la sociedad vasca, como el feminista o el descontento con el problema de la vivienda, es en la Educación, concretamente en la Universidad, donde tienen su matriz. Así, disponen de distintos locales y aulas ocupadas que emplean para guardar sus instrumentos de protesta y cartelería, con su mayor presencia en la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de Bilbao. No se esconden y publicitan cada movimiento, dado que actualmente están inmersos en un proceso de captación, algo que coincide con el mayor despliegue de su actividad en los últimos meses, tras la llegada del nuevo rector a la UPV, Joxerramón Bengoetxea, antiguo viceconsejero del Gobierno vasco.
De hecho, barajan la posibilidad de dar el salto con alguna candidatura en las próximas elecciones municipales, bajo la marca Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS). Una que, integrada en el Movimiento Socialista (MS), tratan de expandir más allá del País Vasco, estableciendo contactos con otros grupos de ideología similar en varias regiones de España. Así, tras haber celebrado ya varios congresos, el último este mismo año en Alsasua, y con una capacidad de movilizar multitudes de más de 3.000 personas en sus eventos preparan uno en Guadalajara este mes de abril.
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