Elena Rivera: «El actor tiene que saber lidiar con el rechazo y llevarlo con normalidad»
La actriz interpreta a una abogada con TOC en 'Perdiendo el juicio', un drama judicial a lo 'Ally McBeal' que se estrena este domingo en Atresplayer

Lo primero que convenció a Elena Rivera para meterse en los tribunales fue que era «jugar como en casa». No porque acostumbre a estar envuelta en pleitos ni porque le guste el papeleo, sino porque la serie 'Perdiendo el juicio', que se ha presentado ... este viernes en el festival de Málaga y se estrena el domingo en Atresplayer, venía de rostros familiares, la productora Boomerang, con la que ya había trabajado en 'Alba'.
Luego, claro, buscó más allá del mazo y la toga y encontró una profundidad emocional que contrastaba con la imagen inicial de su personaje, Amanda, una de las abogadas más influyentes y exitosas de Madrid... hasta que colapsa, lo pierde todo, le da un brote en medio de un juicio y «se la lleva la ansiedad por delante», condicionada de repente para todo por un trastorno obsesivo compulsivo. «Es el reflejo de cómo vivimos hoy en día, ir con tanta prisa, con la necesidad de cumplir expectativas, de estar a la altura. Le puede pasar a cualquiera, que el cuerpo y la mente digan basta. Se te va la vida al garete y tienes que reconducirla luego», cuenta a ABC la actriz, a quien vimos crecer robándole el corazón al Carlitos de 'Cuéntame cómo pasó' y madurar en series como 'Servir y proteger', 'Inés del alma mía', 'La verdad', 'Sequía' o 'Los herederos de la tierra'.
Además de un drama legal y un thriller –al final del primer episodio hay un giro hacia este género–, 'Perdiendo el juicio' es un procedimental clásico a lo 'Ally McBeal', con sus toques de comedia y subtramas, que luego tendrá una nueva vida en abierto, en Antena 3. Pero, sobre todo, es una historia de superación. De adaptarse a la vida, siempre imprevisible, y seguir siendo capaz de vivir en ella de otra forma. «De una manera inconsciente te deja claro lo estigmatizadas que están las enfermedades mentales. Cuando mi personaje intenta volver a trabajar, la tratan de la loca y es repudiada», explica Rivera.
Aunque la actriz afirma ser «una afortunada» y no conoce el fracaso, «los momentos de caída», sí puede empatizar con la situación de Amanda porque, afirma, el miedo a que el teléfono deje de sonar siempre está. «El actor tiene que saber lidiar con el rechazo y llevarlo con normalidad. Hay que relativizar el éxito y el fracaso. Es muy fácil decirlo, luego la cabeza nos la comemos todos... Ayuda mucho que tu entorno te mantenga con los pies en el suelo, que te hagan recordar que esto es una carrera de fondo, que hay que ser honesta con tu trabajo, intentar ser mejor cada día y aprender. Yo siempre me he criado en lo de que pisar en seguro es mejor que pisar rápido, porque es un mundo muy complicado en el que, si haces ruido a corto plazo el foco te cae encima rápido, pero ese ruido es también molesto».
Buscar el perdón
En un mundo en el que el perdón es cada vez menos común y más habitual es seguir buscando el error en alguien ajeno, 'Perdiendo el juicio' adquiere más valor, porque más allá del culebrón romántico, que lo tiene, de abrir el debate, propicio, sobre la salud mental, es también una serie sobre las segundas oportunidades. «Vivimos en una sociedad de blanco y negro, sobre todo con las redes sociales. El mensaje que prima es muy simplón y en realidad hay matices. La vida cambia, todo da muchas vueltas y hay que saber ver los grises».
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