ANTOLOGÍA DEL RECUADRO
Jamones
Publicado el 27 de diciembre de 1978
¿CUÁNTOS jamones se habrán regalado estas Pascuas en Sevilla? No, no tantos como usted cree. A la vista de las historias que he oído de amigos y conocidos, estoy por sostener que en Sevilla, regalado, regalado, lo que se dice regalado, no se habrán ... regalado más allá de cien jamones. Pero han dado muchísimo juego. ¿Usted se acuerda de los camiones de moros de Queipo de Llano, no? Bueno, pues lo mismo, pero en clase de jamón.
Porque los jamones más que regalados o comprados son reexpedidos. Toca el timbre, y ese niño de Casa Marciano o de la Butis del Jamón en la puerta:
—¿Don José García?
Y suena la voz de la señora esposa por todo el pasillo, hasta la salita:
—¡Pepe, ven! ¡Que traen un jamón!
Es el consuelo de no haberle tocado a uno el gordo: que le lleven un jamón... Toda la familia se agolpa en la cocina o en el ofis, a ver quién lo manda, mientras el señor padre, con rito de liturgia civil, abre la tarjeta:
—El pobre... Es de Juan González...
—¿Juan, González?
—Sí, mujer, ¿no te acuerdas de aquel que recomendé para que le dieran una portería en lo que está construyendo tu hermano?
—Pobrecito, qué detalle...
—Ea, pues vamos a abrir el jamón, María...
—De eso ni mijita...
—¿Qué, que lo vamos a poner en la vitrina con la porcelana de Lladró?
—No, que éste mañana lo metes tú en el coche y se lo regalamos al di rector de la Caja de Ahorros, que se portó muy bien con nosotros con el crédito...
—¿A don Juan Luis?
—Como lo estás oyendo. ¿No decías que le teníamos que hacer un buen regalo por Pascuas? Pues ya tienes aquí el regalo. ¿Qué mejor que un jamón?
—Pero, ¿y los niños? ¿No lo van a probar?
—A tos niños les compro yo mañana doscientos gramos de jamón de pata negra en el supermercado, pero con don Juan Luis quedamos como tene-mos que quedar...
Y así siempre. El médico recibe un jamón y se lo manda al abogado. El abogado lo reexpide al notario. El notario le hace un sutil cambio de tarjeta y lo traslada al arquitecto. El arquitecto se lo endosa sin gastos al director del Banco. El director del Banco al delegado de algo... Un jamón bien utilizado es como la farsa monea, que de mano en mano va... Sólo que al final se lo queda alguno. Que suelen ser esos que reciben cien jamones en estas fechas. Todos tenemos un amigo que recibe cien jamones:
—Fulanito ni tiene sitio para guardar la de jamones que le han regalado este año...
—Mira, pues dile que a mí en mi casa me sobra sitio, que me mande unos cuantos, que mis niños tienen un saque...
Están también los otros jamones, los del Polígano y los del Tardón, comprados con la paga de Navidad, como en el chiste:
—Eso, opa, un jamón... Y yo también me monto...
Pero en cuanto a los jamones de regalo, lo que les digo. Cien jamones, que dan por Sevilla más vueltas que los moros de Queipo.
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