Suscribete a
ABC Premium

ARMA Y PADRINO

Cuando cancelan «los nuestros»

Ni son tolerantes ni les preocupa la libertad; solo les interesa callar a quien les contradice

Feliz Navidad

Polarización, consenso y polvorones

Rebeca Argudo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Asuntos como el de Errejón (negacionista de las denuncias falsas, desaparecido social y políticamente por acusaciones en redes de comportamientos machistas) y de Pedro Vallín (negacionista de la cultura de la cancelación, despedido de 'La Vanguardia' tras increpar a otro usuario en Twitter ... haciendo mofa de una desgracia) son muy interesantes como experimento social. Al estilo de aquellos dilemas morales de trenes descontrolados a toda velocidad en los que solo uno tiene la palanca que decide si matara a diez desconocidos o a un ser querido, nos ayudan a cuestionar nuestras convicciones. Aquí es un poco lo mismo. ¿La cultura de la cancelación nos parece detestable? ¿De igual modo si quien la sufre no opina como nosotros, si no es de «los nuestros»? ¿Y si no cuenta con nuestra simpatía? Muchos de los que condenaron esas prácticas que buscan una supuesta justicia social, un castigo, al margen de todo código acordado, ahora lo celebran. Y los que antes negaban su existencia, ahora se lamentan. El Vallín de hace dos años llamaría «mamá-pupa» al Vallín de estos días; pero este ha sido despedido por presiones de una turba enfurecida, eso que aquel decía que no existía.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación