Madrid

Llama Inn

7 /10
Precio medio
65€
Dirección
Conde Xiquena,2
Teléfono
915561548 Llamar
Web
https://llamainnmadrid.com/
 Llama Inn
Llama Inn Conde Xiquena 2,Madrid

Un restaurante peruano que llega desde Nueva York con una visión moderna y fresca de la cocina del país andino. Eso es el nuevo Llama Inn, abierto hace escasas semanas en Conde de Xiquena, una zona de la capital que se está convirtiendo en importante foco de interés gastronómico. El cocinero Erik Ramírez y su socio Juan Correa son dos estadounidenses de padres peruanos empeñados en poner en valor la cocina de sus ancestros. Tras el éxito de sus dos restaurantes en la Gran Manzana dan el salto a Madrid, una ciudad que llegó a tener una importante oferta de cocina peruana de nivel que se ha ido desinflando poco a poco.

Decoración colorida y moderna, con una barra de coctelería que tiene mucho protagonismo, y algunas mesas para picar algo informal. El comedor principal está en la primera planta, con una pequeña barra y el resto mesas. Sin manteles ni ningún tipo de soporte para los cubiertos. Pero el principal problema de este comedor está en los olores que salen desde la cocina abierta. Y en que se oye demasiado lo que hablan los cocineros. Al frente está el joven peruano Luis Cornejo, que maneja una carta breve, dividida en cinco apartados en los que se recogen elaboraciones actualizadas de casi todas las regiones del Perú.

Especialmente interesantes los dos iniciales, con las variaciones de anticuchos y ceviches .De los primeros sobresalen el de caballa (9 euros), con una tártara de patata y alcaparras en homenaje a la ensaladilla rusa, y el más tradicional de corazón de vaca con ají panca y rocoto (8). El de panceta (9) tampoco está nada mal. Más flojo el de col (7), con la verdura demasiado entera. De los ceviches me quedo con el de vieiras con leche de tigre (22), que combina con acierto matices ácidos, dulces, picantes y salados. Muy interesante el de pulpo (20) que lleva unos calamares fritos como guiño a Madrid. Encomiable el esfuerzo por poner en valor el tofu con un picante de camarones (que son langostinos) y arroz frito (20), pero es un producto que sigue sin convencernos.

Correcto el ‘yakimeshi’ de mejillones con dashi de marisco, arroz y huevo (24), ligeramente picante, y original la elaboración de un coquelet que se rellena con un arroz de aceitunas y nueces (25). Lástima que el pollito apenas tenga sabor. Para terminar, hay un par de platos pensados para compartir entre dos o tres personas. Está muy bien el de presa ibérica ‘tonkatsu’ (41), rebozada como una milanesa y acompañada con fideos udon con pesto y láminas de pepino encurtido.

Los postres, como suele ocurrir en restaurantes peruanos, son demasiado pesados: lúcuma en texturas, palo santo con miel excesivamente ahumado, y los populares picarones con helado de vainilla, que no sé muy bien por qué se sirve al final. Para beber, cerveza y una breve lista de vinos bien seleccionados. Y por supuesto un amplio surtido de cócteles.