El presidente de la Cámara de España recela del plan de los campeones nacionales y aboga por seguir el modelo Airbus
Subraya que el gigante aeroespacial en cuyo capital participan Alemania, Francia y España «está ganando» y que tanto Europa como España deberían mirar a ese modelo
Critica la aprobación sin respaldo de las empresas de la reducción de jornada y de la subida del SMI y advierte que precipitará el cierre de empresas
En pleno despliegue del plan del Gobierno para impulsar la creación de campeones nacionales en territorios como la defensa, con el aterrizaje en Telefónica del ex presidente de Indra y la adquisición por esta última de Hispasat -con su filial de defensa Hisdesat dentro ... del pack-, o el sector ferroviario, el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha manifestado este jueves abiertamente su preferencia por los campeones europeos en un contexto internacional en el que en su opinión Europa tiene que haber lo posible por evitar que su modelo de capitalismo social se quiebre por el fuego cruzado de China y de la Administración Trump.
"Hay dos capitalismos, uno dictatorial y otro de 'cowboys'; y un tercero que no puede quebrarse, más humano, que es el del estado de bienestar europeo", ha analizado.
Preguntado por las últimos movimientos en Telefónica e Indra, Bonet ha querido ensalzar el «excelente trabajo de gestión llevado a cabo por Pallete», defenestrado por el Gobierno en una maniobra insólita, y aunque ha dicho que la orientación es «adecuada» ha recalcado con especial énfasis su preferencia por el modelo de Airbus, un gigante global en cuyo capital participan tres estados europeos, Alemania, Francia y, en menor medida, España. «Airbus está ganando y no juega con cualquiera (en relación al pulso con Boing). Europa tiene que pensar más en esto y España tiene que participar en el asunto", ha dicho durante su participación en el Nueva Economía Fórum.
Bonet ha hecho también, en su línea, una férrea defensa de las empresas y, en particular, de las grandes empresas, especialmente zarandeadas durante los últimos años desde diversos ámbitos incluso gubernamentales. "Hay que dejar llevar las empresas a los empresarios y tutelarlos luego desde la política", en lo que ha sonado como una defensa de la gestión empresarial frente a posibles injerencias.
En este sentido, ha enfatizado que las grandes empresas que hay en España "son un lujo" y les ha atribuido no solo el avance económico de los últimos años sino el aumento del prestigio internacional de la marca España. También ha valorado su efecto tractor sobre las pequeñas y medianas empresas, de las que ha dicho que tienen un enorme margen para la internacionalización. "Alemania, Francia e Italia ya han hecho los deberes, pero a las empresas españolas aún les queda un enorme camino que recorrer en su internacionalización".
Para ello ha pedido apoyo desde las instituciones. "A las empresas hay que animarlas, no desalentarlas", ha recalcado el presidente de la Cámara de España, que ha pedido una reflexión a las administraciones sobre la evolución de la fiscalidad y lo que ha denominado parafiscalidad en los últimos años, en relación a las subidas de impuestos pero también de los costes empresariales a través de las subidas de cotizaciones y de otras referencias como el salario mínimo interprofesional. "Se están pasando", ha lamentado.
En este orden de cosas se ha mostrado crítico con la imposición sin acuerdo con las organizaciones empresariales de la reducción de jornada a 37,5 horas, que aún debe superar todavía una tramitación parlamentaria que se augura complicada, y de la subida del SMI. Respecto a la reducción de jornada ha advertido de que "hay empresas que no la podrán aplicar porque se hundirán" y respecto al SMI ha opinado que "se tiene que negociar por casos en la negociación colectiva, porque vas a hacer que las que no lo puedan pagar, caigan". "El camino es el diálogo, no el decreto", ha remachado.
Bonet, ya superadas las tensiones entre CEOE y las Cámaras de Comercio que forzaron un cambio de régimen jurídico que estuvo a punto de acabar con las tradicionales cámaras de comercio, ha pedido unidad a CEOE y Cepyme ante el enfrentamiento público que mantienen las direcciones de ambas organizaciones a cuenta de las elecciones en la patronal de las pymes, y ha confiado en que el capítulo "se cierre cuanto antes en la buena dirección, que es la de la unidad".
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