Los nuevos jubilados ya cobran más que los trabajadores jóvenes

Mientras que esas nuevas pensiones de jubilación alcanzan los 24.654 euros brutos al año, calculadas en 14 pagas, los sueldos de quienes trabajan y se encuentran entre los 16 y los 34 años se encuentran en los 23.417 euros brutos al año. Esta cifra se obtiene a partir de los últimos datos –actualizados con las subidas de sueldo del último año– de la estructura salarial del INE en la que se indica que los menores de 25 años tienen un salario de 17.400 euros brutos al año; y quienes superan esa edad, hasta los 34, cobran 25.200 euros. Se trata de casi cinco millones de empleados, según las cifras del INE. Además, hay más de 12 millones de trabajadores, la mitad de todos, que tienen un sueldo inferior a las nuevas pensiones de jubilación que van formalizando, según los datos de la Agencia Tributaria.

Esta inversión de rentas por edades anticipa una tensión adicional en las cuentas del sistema público de pensiones a medio y largo plazo, con unas prestaciones por jubilación cada vez más elevadas y unos sueldos, con sus correspondientes cotizaciones, que no se incrementan al mismo ritmo que suben las pensiones que se van incorporando. El importe de las prestaciones que se activan al jubilarse ha subido un 5,5% en apenas 12 meses. Pero el crecimiento va siendo cada vez más exponencial, a medida que transcurren los años: en 2022 crecían poco más de un 1%; en 2023 más de un 2%; y ahora supera ya el 5% de alza.

La cuantía de esas nuevas pensiones de jubilación ha dibujado una trayectoria ascendente desde 2018. Entonces, a quien se retiraba del mercado laboral le correspondían, de media, 1.420 euros. En los seis últimos años el alza de las altas en la Seguridad Social para retirarse ha sido cercana al 25%. Este incremento se explica porque se van incorporando a la jubilación trabajadores con amplias trayectorias laborales y buenas bases de cotización. Y a esa circunstancia se suman las revalorizaciones que se han aprobado de las pensiones en los últimos años, sobre todo en 2022, cuando subieron más de un 8%; o en 2023, cuando se incrementaron un 3,8% por la evolución de la inflación previa.

Este contraste entre lo que ingresa el sistema y lo que va asumiendo en forma de nuevas jubilaciones es una de las variables que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) está analizando en el examen que está a punto de concluir sobre la viabilidad del sistema de pensiones. Porque a medida que avancen los próximos años, el importe de esas nuevas pensiones será cada vez mayor, como consecuencia de la jubilación del 'baby boom' –los nacidos entre finales de los años 50 y principios de los 70– frente a unos trabajadores cuyos sueldos siguen a la zaga de las pensiones que se activan.

Solo en marzo la Seguridad Social gastó 13.492 millones de euros en pensiones, lo que supone un nuevo récord en la nómina que abona mensualmente al incrementarse un 6,3% con respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del Ministerio de Seguridad Social y Migraciones.

Tres cuartas partes de la nómina de pensiones contributivas de marzo correspondieron a pensiones de jubilación, con un importe global de 9.870,4 millones de euros, un 6,3% más que en marzo de 2024. Al pago de las pensiones de viudedad se destinaron este mes 2.191,2 millones de euros, mientras que a la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente se dedicaron 1.217,2 millones; a la de orfandad se destinaron 177,7 millones de euros y a la de las prestaciones en favor de familiares, 35,9 millones.

La pensión media del sistema (jubilación, incapacidad, viudedad y orfandad) alcanzó los 1.308 euros mensuales en marzo, un 4,5% más que en el mismo mes del año anterior. En el caso de la pensión media de jubilación confirma su tendencia ascendente hasta los 1.502 euros al mes.