El Madrid juega con fuego y Mbappé evita que se queme

Decidió Ancelotti darle descanso a Vinicius y Rodrygo, por aquello del viaje transoceánico y el menor tiempo de descanso. Nueva oportunidad para Guler y nuevo chasco con Arda. Once apariciones en el once del otomano, todas ellas con más sabor a vinagre que a azúcar.

Es verdad que el penalti que anotó Mbappé lo forzó él, pero de aquel Arda que maravilló al madridismo durante el último mes y medio de competición de la pasada temporada y que se echó el peso de Turquía en la Eurocopa, no quedan ni las huellas.

Fue una primera mitad de dominio blanco, pero cuando mezclas la posesión con la sobradez, y delante tienes un equipo valiente que nada tenía que perder, la combinación puede salir amarga. Ginebra con Bitter Kas.

Se adelantó el Madrid con el gol número 21 de Mbappé en Liga. Penalti a lo Panenka que Dmitrovic, a pesar de corregir su salida en falso, no llegó a tiempo a detener. Pena máxima señalada por un choque de piernas entre Óscar y Arda que el asturiano González Fuertes confundió en su cabeza con una zancadilla.

Empató enseguida el Leganés, nada más sacar de centro. Fran García y Brahim pierden sus duelos con Cruz y Rosier, el lateral llega a línea de fondo, la pone atrás, remata Óscar, el balón pasa por debajo de las piernas de Lucas y Diego García la empuja a la red a medio metro de la raya de gol. 1-1.

El 1-2, en el 41, fue otra jaimitada propia de unas revoluciones tan bajas. Acostado en la zona derecha del centro del campo, Brahim decidió conducir hacia atrás y Cruz le acabó quitando la pelota. No en falta, como reclamó. Ese robo le pilló a Lucas en campo rival, agujero que aprovechó Óscar para llegar hasta línea de fondo, tras quitarse de en medio a un Asencio con más miedo a hacer penalti que a evitar el gol, y hacer un pase atrás que la talentosa zurda de Raba finalizó en gol.

Para despistar el enfado de la grada, al descanso el videomarcador 360 mostró en directo una petición de mano con pulgar hacia arriba. Anillo en el anular y beso infinito. Habrá boda. Enhorabuena. O no.

Como primer regalo nupcial, los prometidos recibieron un gol de Bellingham nada más comenzar la segunda parte. Disparo del inglés, paradón de Dmitrovic, segundo intento de Fran, balón al larguero y, a la tercera, Jude la emboca en la portería. 2-2.

El Lega estuvo muy cerca de volver a marcar tras recibir un tanto. Saque de centro, autopista sin peaje en la defensa del Madrid y Diego García solo ante Lunin perdona el 2-3. La ayuda de Bellingham, clave para que el delantero pepinero se precipitara en el remate.

Con 43 minutos por delante, 2-2 y la entrada de Vinicius y Rodrygo, lo normal era que el Madrid acabara llevándose el partido, pero costó bastante más de lo que dictaba el sentido común.

Ganó gracias a un gol de falta discutida. En el 76, González Fuertes señaló infracción de Tapia sobre Rodrygo, pero antes de derribarlo le barrió el balón. Mbappé convirtió el lanzamiento de directo en indirecto y la clavó por mitad de una barrera que cayó en la trampa y se abrió con ese primer toque del francés y la pisadita de Valverde. Se cazan más moscas con miel.

3-2 celebrado en piña con Llopis, ideólogo de la estrategia. Gol 33 de Mbappé, los mismos que Cristiano en su primera temporada. Y tres puntos sufridos para seguir en la pelea de una Liga que ya parece solo cosa de dos.