CROMOS DE NIETO / RECUERDOS DE LIGA
Riquelme, bostero y amarillo
Le demostraría al fútbol europeo que Argentina tenía un cisne
Iván Zamorano o el pundonor

Juan Román Riquelme, niño de San Fernando, provincia de Buenos Aires, tenía ese destino elegido a los dioses mayores o menores, ese algo que se veía en los campitos embarrados y las canchas de raro pasto. Riquelme, de aquel fútbol de ligas íntimas ... y desconchadas, fue llamado para causas mayores: Argentinos Juniors y, finalmente, el Boca de sus amores.
Despuntó en la Bombonera, siendo quien de alguna manera llevaba el peso del 10, he dicho el 10, sí. Allí fue armonizando su cuerpo, adaptándose a un fenotipo de jugador espigado y capaz, y dándole glorias internacionales al conjunto 'xeneize'. Sus fichajes han sido complejos, pero digamos que Joan Gaspart se lo trajo al Barcelona y con Van Gaal, hombre de extrañas pasiones, supo que no iba a tocar pelo por esas manías del holandés. Y al cisne argentino no se le podían cortar las alas de esa manera.
Llegó Ronaldinho, la promesa de Laporta. No había espacio de extracomunitarios para Riquelme. Y así Juan Román pone camino al Villarreal, en donde le demostraría al fútbol europeo que Argentina tenía un cisne, que se plegó pronto al fútbol europeo, y que cuatro años en el antiguo Madrigal, hoy renombrado, dan para mucho si hay una entente en los pases a Diego Forlán.
Luego, como en todo ídolo, hay un día, un día concreto, en que toda la entrega, el esfuerzo, queda en aquellas semifinales de la Champions League de un 25 de abril de 2006.
Minuto 88 de la segunda parte del partido contra el Arsenal. 0 a 1 en el partido de vuelta y en el Madrigal que se pita penalti. El momento más decisivo. Riquelme da una ristra de pasos infinitos atrás, lanza y atrapa Lehmann. Llevaría grabado siempre ese momento.
Cierto que en el Villarreal tendría momentos egregios; ese 3 a 0 al Barça que lo había despreciado en una noche donde lo do todo. O que Zidane le pidiera su camiseta en su último partido como blanco. Volvió a River, con una estancia contractual e inerme con los amarillos, y tuvo su segunda era dorada. Hoy preside Boca Juniors.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete