Baloncesto
Risacher, un malagueño en la cima de la NBA
NBA
El alero de los Atlanta Hawks, nacido en la Costa del Sol, criado en las entrañas del Unicaja e internacional francés, aspira a convertirse en el mejor novato de la liga americana
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La temporada regular de la NBA llega a su fin y el inicio de la pelea por el título está a la vuelta de la esquina pues desde el día 15 se disputará la repesca y, desde el 19, los playoffs. Pero antes, llega ... uno de los momentos más esperados del año, el de los premios. La lucha encarnizada entre el canadiense Gilgeous-Alexander (Thunder) y Nikola Jokic (Nuggets) por convertirse en el mejor jugador del curso ha acaparado casi todos los debates en las últimas semanas. Tal ha sido el nivel mostrado por ambos astros que a los aficionados se les puede haber pasado que hay un español, al menos de nacimiento, que tiene muchas papeletas en la carrera por ser en el novato más destacado. Se llama Zaccharie Risacher, es alero de los Atlanta Hawks, internacional con Francia y, aunque suene rocambolesco, es un producto del baloncesto de nuestro país.
Con sus 203 centímetros de estatura y 12,3 puntos de media por partido, el galo está siendo de las pocas noticias positivas de los de Georgia que, una vez más y pese a su apañada plantilla, luchan a contrarreloj por meterse en las eliminatorias (son octavos en la Conferencia Este con 36 victorias en 76 encuentros). Un récord que sería mucho peor si el pasado verano no hubiesen elegido a Risacher en la primera posición del Draft, una apuesta a la que el jugador ha tardado en corresponder, aunque parece haber alcanzado su mejor forma en el tramo decisivo de la campaña. Sin ir más lejos, la semana pasada, ante los Bucks, firmó su mejor encuentro en la NBA al sumar 36 puntos para dar la victoria a los Hawks. Su talento florece, es cada día más determinante y Málaga y el Unicaja tienen su parte de protagonismo en la ecuación.
Zaccharie nació en la ciudad andaluza en 2005 debido a que su padre, Stephane Risacher, jugaba por aquel entonces en el club de la Costa del Sol, con el que haría historia bajo el mando de Sergio Scariolo, al conquistar la Copa del Rey en 2005 y la ACB al año siguiente, unos meses después del nacimiento de Zaccharie que, como anunció el Unicaja hace 20 años, pesó un poco más de cuatro kilos y 54 centímetros para justificar la ausencia de su progenitor en un entrenamiento.
Si uno revisa la hemeroteca del equipo, en la fotos de celebración de ambos títulos, se ve a un pequeño Zaccharie en brazos de su padre, enfundado en el característico verde del Unicaja y con un rostro de felicidad absoluta mientras mitos de la talla de Jorge Garbajosa, Fran Vázquez y Carlos Cabezas le hacen carantoñas. De hecho, siempre ha asegurado que sus primeros recuerdos con un balón de baloncesto fueron en España, concretamente en el UCAM, donde Stephane continuó su carrera tras su paso por Málaga. «Fue en Murcia, donde jugaba mi padre. Recuerdo que pasaba mucho tiempo en el patio trasero de nuestra casa, donde teníamos una canasta», aseguró la noche que fue elegido por los Hawks en el Draft.
Stephane, en una entrevista, fue mucho más allá: «Llegar a España fue todo un éxito para mí. Aterricé con dos maletas y me fui con una mujer y dos hijos. Zaccharie nació allí y, para nosotros, siempre nos trae grandes recuerdos pensar en la ciudad. Él se siente en casa cuando volvemos en vacaciones», explicó el progenitor que, cuando su vástago tenía tres años, se mudó a Lyon. Allí, en el este de Francia, Risacher comenzaría a dar sus primeros pasos hacia la élite.
Tras forjarse en el Tassin, el Asvel lo reclutó para sus categorías inferiores, donde compartió vestuario con el fenómeno Victor Wembanyama, y su progresión fue abrumadora, tanto que incluso llamó la atención del presidente del club, el mito Tony Parker. Su hermano, T.J, que era el entrenador por aquel entonces, no titubeó e incluso le hizo debutar en Euroliga el 18 de enero de 2022 con tan solo 16 años, convirtiéndose en el jugador francés más joven de la historia en sumar minutos en la competición continental de referencia. Su rendimiento en la primera plantilla fue discreto, aunque sus actuaciones con el filial, con quien se iba con facilidad hasta los 30 puntos en los grandes torneos de promesas europeas, no hicieron dudar a la NBA.
Siete meses después de su desembarco en tierras estadounidenses, la inversión (los Hawks le hicieron un contrato de dos años a cambio de 25 millones de dólares) parece empezar a dar sus frutos. La propia liga, que semanalmente publica un informe sobre la carrera por hacerse con el premio al mejor novato, lo coloca ahora en segunda posición, solo superado por el escolta de los San Antonio Spurs Stephon Castle. Además de asegurar que «en los dos últimos meses ha sido el mejor 'rookie' de su conferencia», destaca su actuación ante los Bucks, en la que se convirtió en el cuarto novato de la historia en sumar 35 puntos y cinco triples en un único duelo. Antes, solo lo habían conseguido leyendas como LeBron James, Allen Iverson o Anthony Edwards. Se codea con los grandes pero Risacher, hace no mucho, solo era un niño que correteaba por las soleadas playas españolas en busca de un sueño.
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