Triunfal debut con picadores de Marco Pérez en Istres
El joven charro corta tres orejas y sale por la puerta grande en su primera novillada con caballos
Marco Pérez, el último superdotado del toreo, abre la Puerta Grande de Las Ventas

A las 15.30 pisaba el ruedo un chaval con aspecto de niño. Con 16 años recién cumplidos, Marco Pérez hacía así su debut con picadores, en el que lidiaba en solitario cuatro novillos en la plaza de Istres. A las 17.45 ... lo abandonaba en hombros, tras cortar tres orejas. El niño prodigio mostró en su primera corrida con caballos su capacidad y su buena técnica, pues tiene el toro en la cabeza. No se le vio nunca superado en toda la tarde, y supo sacar partido a todos los novillos. El único lunar fue la espada.
Sosito se mostró el primer novillo de salida, Carpintero de nombre. Lo recibió Marco genuflexo y con buenas verónicas. El de los hermanos Gallón peleó poco en varas, y el joven salmantino lo brindó a su apoderado, Juan Bautista. Comenzó por estatuarios en un aplaudido inicio. El novillo terminaba el muletazo con la cara alta, no tenía mucho recorrido y no decía casi nada en sus embestidas, aunque era noble. Supo sacarle todo lo que tenía Pérez que, de uno en uno, iba robándole los muletazos. Cada vez se hacía más presente el viento, por lo que terminar el toreo en redondo con una tanda al natural, tuvo especial meritoria. Finalizó la faena por manoletinas.
Con un farol de rodillas recibió Marco al segundo. Tras la breve vara, quitó el niño por chicuelinas, muy molestado por Eolo. Con cuatro palos cambió el presidente el segundo tercio, y brindó la faena al público. Comenzó con un pase cambiado por la espalda en los medios. Al igual que su hermano, el animal era noble, pero no transmitía nada. Supo administrar bien los tiempos el novillero, y dejó una tanda muy templada relajando la figura, tras lo que empezó a sonar 'La Misión'. Entendió perfectamente al novillo por la diestra. Más complicado era al natural, por la persistencia del ya mencionado viento reinante, aunque supo resolver la papeleta por ese pitón. Inteligentemente, se cambió la muleta, y, pese a que llegó un inoportuno desarme, continuó con su buen hacer, toreando muy despacio, bajo los preciosos e inconfundibles compases compuestos por Morricone. Una arrucina terminó de calentar a un público completamente entregado al novillero, que terminó con circulares invertidos. Cortó la primera oreja de la tarde tras un pinchazo trasero y una estocada efectiva.
Tras un espectáculo flamenco, salió Despierto, tercero de la tarde. Lo recibió a pies juntos, aunque el novillo salía abanto. Se le midió en el caballo, y quitó por navarras rematadas por una bonita revolera. Brindó a López Chaves, y de rodillas comenzó la faena. Mientras que por el derecho era complicado entender la distancia del novillo, porque hacía hilo y no terminaba de irse del muletazo, lo entendió muy bien al natural, llevándolo largo siempre. Dejó un cambio de mano fabuloso al final de la faena; una obra que basó en el pitón bueno del animal, por el que siempre llevaba colocada la cara e iba con buen ritmo. Se le vio muy asentado con el novillo, al que mató a la primera, pero volvió a caer la estocada muy contraria, como todas las anteriores. Dio la triunfal vuelta al ruedo con el ganadero, tras la concesión del pañuelo azul.
Istres (Francia)
- Coso del Palio. Domingo, 15 de octubre de 2023. Entrada: Lleno. Novillos de Hermanos Gallón, de escasa presentación y juego desigual. Nobles todos, los dos primeros fueron sosos, el tercero fue premiado con la vuelta al ruedo, y el cuarto sin clase y sin fondo.
- Marco Pérez, de purísima y oro. Cuatro pinchazos, estocada casi entera contraria y un descabello (ovación). Pinchazo y estocada entera contraria (oreja). Estocada contraria (dos orejas). Estocada corta traserísima muy tendida y siete descabellos (ovación).
A porta gayola recibió al último de la tarde, y lo lanceó a la verónica con mucho gusto, moviendo muy bien los brazos, mostrando algo de transmisión el novillo. Quitó por chicuelinas de compás abierto. Volvió a cambiar el presidente el tercio con cuatro banderillas, como en los tres anteriores, sin motivo alguno, porque los novillos no presentaron grandes dificultades en la lidia. Brindó al maestro José Ramón Martín, y comenzó con ayudados por alto. El novillo no tenía clase ni recorrido, ni humillaba nada, y, aunque acudía presto al engaño, se le quedaba debajo en cada muletazo. Además, el viento, que había dado una pequeña tregua en el novillo anterior, comenzó a soplar con más fuerza, teniendo que pegar un toque fuerte para provocar la arrancada del oponente. Aseado estuvo también con este ejemplar, con el que supo construir una técnica faena. Le funciona bien la cabeza, aunque dejó con la espada una estocada corta traserísima y muy tendida, que requirió del uso del verduguillo.
Toda la buena técnica que tiene con los chismes, le falta al joven con la espada. Ya tendrá tiempo este invierno de hacer carretón.
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