feria del pilar

Talavante, soberbio al natural con juampedros de nota

Cortó tres orejas en el mano a mano con Ginés Marín, que se llevó una

Guajiro y Emilio de Justo, a los pies del Pilar

Talavante remata una serie con la izquierda mirando al tendido ramón comet

Ángel González Abad

Zaragoza

14/10/2023
Actualizado a las 21:43h.

Talavante se gustó y gustó al natural. Un recital del extremeño con la izquierda en sus tres toros. Tres toros, tres orejas, que pudieron ser más, y que, el presidente por un lado y un inoportuno pinchazo por otro, frenaron la puerta grande tras ... desgranar una gran tarde toros. Y toros hubo, de Juan Pedro Domecq, cinco de nota, los cinco primeros, bravos y nobles, alegres en las embestidas, algunas interminables.

Otra cosa fueron por fuera, justitos de trapío los dos primeros, y con una vergonzosa insuficiencia córnea el sobrero que cerró plaza, que para colmo sacó mala leche. Con todo, los de Juan Pedro dejaron un excelente sabor y propiciaron una tarde que a punto estuvo de acabar en apoteosis. Lo que le faltó a Talavante para salir a hombros y a Ginés Marín en el remate de dos faenas. Y con la Misericordia llena, por fin una tarde de satisfacciones.

En esa satisfacción general con que el público salió de la plaza había un nombre propio, el de Alejandro Talavante, que cuando Morante se cayó de las dos corridas contratadas para el Pilar, asumió la responsabilidad de cubrir la baja del sevillano. No tuvo opciones en la primera el viernes, y en la segunda ofreció una gran dimensión. Su mano izquierda, la que le ha proyectado como figura del toreo, volvió a brillar en Zaragoza. Y eso que la faena que le valió la oreja que se llevó del que abrió la tarde no tuvo por el pitón izquierdo lo mejor. Estuvo más rotundo con la mano derecha y contundente con la espada.

Torerísimo con el tercero. Llenando la escena entre tanda y tanda, que ahí sí; ahí sí que fueron los naturales toda una lección. Su zurda fue brillando cada vez más entre el clamor de los tendidos cada vez que la mirada del torero se dirigía desafiante al respetable. El cierre de faena, una locura. Otra estocada, una oreja, petición fortísima de otra que no llegó y hasta dos vueltas al ruedo.

Ya en la arena el quinto, otro gran juampedro, este quizás con más viveza y unos viajes que parecían no tener fin. A su altura Talavante, que, de nuevo, marcó un cénit con su mano izquierda. Todo estaba preparado para la apoteosis, pero la espada no entró a la primera. La oreja fue incontestable, como la tarde del torero.

Plaza de la Misericordia. Sábado 14 de octubre de 2023. Novena del Pilar, Corrida de la Prensa. Lleno. Toros de Juan Pedro Domecq, justos de presencia los dos primeros, y de gran juego. El sobrero que hizo sexto, impropio de pitones y con peligro.
Alejandro Talavante, de lila y oro. Estocada (oreja). En el tercero, estocada desprendida (oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo). En el quinto, pinchazo y estocada (oreja).
Ginés Marín, de malva y azabache. Estocada. Aviso (oreja). En el cuarto, pinchazo y estocada desprendida. Aviso (ovación). En el sexto, tres pinchazos y estocada. Aviso (ovación).

A buen nivel anduvo Ginés Marín, que le cortó una oreja al segundo tras una faena plena de armonía, y buscó el triunfo en los otros dos. Se pegó un arrimón con el cuarto, al que toreó con ajuste y temple hasta que se apagó, y con el sexto, el garbanzo negro, estuvo valentísimo en una faena en la que robó muletazos sin importarle las tarascadas.