El último descubrimiento sobre Miguel Ángel: pintó un óleo sobre lienzo, copia del juicio universal
Es el único ejemplo del uso de esta técnica por el maestro Buonarroti, lo que abre nuevas perspectivas interpretativas en el análisis y autenticación de pinturas del Renacimiento
Lo anuncia en Roma una investigadora tras ocho años de estudios sobre la tela conservada en Ginebra

Se ha descubierto un cuadro en óleo sobre tela del Juicio Final de Miguel Ángel, copia del fresco que el genio del Renacimiento pintó entre 1535 y 1541 en la pared trasera del altar de la Capilla Sixtina. «Un pequeño Juicio Final con ... Cristo Juez y otras figuras del famoso fresco pintado por Miguel Ángel Buonarroti al óleo sobre lienzo, único ejemplo del uso de esta técnica por parte del Maestro». Así lo anunció el martes 14 de mayo en Roma Amel Olivares, especialista en arte del Renacimiento que realizó durante más de ocho años una investigación, con la colaboración del estudioso de la historia del arte y la conservación, monseñor José Manuel del Río Carrasco.
El cuadro, que mide 96,52 x 81,28 centímetros, es conocido como 'El juicio final de Ginebra', llamado así porque está bajo custodia en esa ciudad suiza por cuenta de una empresa estadounidense propietaria del lienzo. Sus huellas se perdieron hace más de 100 años. La obra fue un regalo de Miguel Ángel al pintor florentino Alessandro Allori, quien lo utilizó como modelo para crear un retablo en la basílica de la Santissima Annunziata de Florencia. El cuadro tuvo varios propietarios a lo largo de los siglos y fue restaurado en 2015 por Antonio Casciani.
La experta Amel Olivares destacó que la obra presenta algunas peculiaridades interesantes, entre las que destaca la figura de Cristo Juez «audazmente» sin barba, exactamente como en el fresco original de la Capilla Sixtina; la creación de personajes incompletos o sólo esbozados; la técnica de movimiento en las figuras representadas y la inclusión de ángeles sin alas. A propósito del Cristo, figura central del fresco, el profesor Gianluigi Colalucci, ya fallecido, último restaurador de la Capilla Sixtina (en abril se han cumplido 30 años del final de aquella colosal restauración), reveló que sólo mirando de cerca el fresco se podía notar que la parte oscura del rostro de Cristo Juez era el resultado de una restauración destinada a intensificar una sombra, mientras que Miguel Ángel originalmente concibió a Cristo Juez sin barba.
Por el contrario, en la versión creada por Alessandro Allori para el retablo de la basílica de la Santissima Annunziata de Florencia, Cristo juez está pintado con una espesa barba oscura. La obra de Miguel Ángel es una representación de la segunda venida de Cristo y el juicio final. Entre los «salvados», también en el óleo se encuentra lo que se cree que es un autorretrato de Miguel Ángel Buonarroti, en el que aparece con un rostro más joven que el conocido. Según la investigadora Amel Olivares, este cuadro es un ejemplo del conocimiento que Miguel Ángel tenía de la técnica del óleo sobre lienzo, presumiblemente aprendido del veneciano Sebastiano dal Piombo, que llegó a Roma hacia 1512.
Una descripción detallada del 'Juicio Final de Ginebra' se encontró en los Archivos Estatales de Florencia en 1792, en los documentos relativos al inventario de muebles y obras de arte propiedad del marqués florentino Donato Guadagni. La pintura, que hoy se conserva en excelentes condiciones, ha sido objeto de investigaciones, estudios estilísticos, estudios históricos y análisis científicos, incluyendo espectrofotometría, estratigrafía, reflectografía de infrarrojos, al tiempo que también se han realizado estudios de reconstrucción facial del rostro de Miguel Ángel, comparación fisionómica y antroposomática. Del análisis del autorretrato realizado por el profesor Francesco Fasce, jefe de la Unidad de Cirugía Ocular del Instituto San Raffaele de Milán, se desprende que el rostro del artista presenta un defecto visual, una forma de estrabismo.
«Hace unos diez años era impensable hablar de pintura al óleo sobre lienzo en el Renacimiento, ya que se creía que las pinturas se creaban únicamente sobre madera», subrayó Amel Olivares. La investigadora concluyó que el estudio realizado sobre el 'Juicio Final de Ginebra' abre nuevas perspectivas interpretativas en el análisis y autenticación de pinturas del Renacimiento.
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