«Boyer, ¡que te pego, leche!»
Reproducimos aquí literalemente la fuerte discusión que mantuvieron Ruiz Mateos y el por entonces presidente de Cartera Central, Miguel Boyer, momentos antes de la famosa agresión, el 3 de mayo de 1989

Miguel Boyer esperba en los pasillos a que Miguel Boyer terminara de prestar declaración. En ese instante, despliega, junto a su hijo Zolio, una pancarta con la inscripción: «Boyer, devuélvenos todo lo que nos has robado». Josá María Ruiz-Mateos, enfurecido, se acercó al presidente de Cartera Central y ambos tuvieron la siguiente conversación:
Ruiz-Mateos: ¡Boyer, cuando yo te tenga que dar un puñetazo, te lo doy en directo, sin ugetistas. Eres un mariconazo, Boyer!
Miguel Boyer: No haber alquilado, no haber alquilado (se refiere a la supuesta contratación del sindicalista Juan José Fonseca por Ruiz-Mateos para que le propinara una bofetada durante la conferencia.)
Ruiz-Mateos: ¡Hasta que no estés en la cárcel no pararé. No me conoces. Eres un cretino, un farsante, un impostor y un culpable de lo que han hecho!
Miguel Boyer: (Visiblemente nervisos y con la voz entrecortada). Ya ven ustedes, ya ven ustedes si no es cinismo el que este individuo me acuse de injurias. Esto es un circo, sois unos payasos.
Ruiz-Mateos: ¡No digas mentiras, no digas mentiras!
Acto seguido, Ruiz-Mateos empuja a los periodistas y guardaespaldas y consigue acercarse a Miguel Boyer. Por encima de los hombros de varias personas, y hablando entre dientes, lanza un puñetazo al ex ministro y le tira las gafas al suelo, que se rompen).
Ruiz-Mateos: ¡Mira, maricón, vente a la calle y quítate la protección y peleemos como machos y como hombres para que no digan. Eres un malvado, y hasta que no acabe contigo no pararé. Esto te lo digo en serio!
Boyer, rodeado por sus guardaespaldas, consigue alejarse del empresario jerezano, y dice: «Lo que quiero es salir». En ese momento se encuentra de frente con el abogado Javier Sainz Moreno.
Sainz Moreno: ¿Y el contrato de Isabel con Galerías Preciados), que yo lo tuve, ¿qué?, en mi mano. ¡Meón, meón!
Miguel Boyer: No digas mentiras. Eso es falso.
Ruiz-Mateos, que está a alguna distancia de Miguel Boyer, grita, dirigiéndoseal ex ministro: «¡No te queda nada, ya te cogeré!»
Sainz Moreno: Tienes miedo, ¿verdad?
Miguel Boyer: Aquí hay mucho circo, y el circo es el mundo de los payasos.
Sainz Moreno: ¡Sinvergüenza, ladrón!
Miguel Boyer: ¡Delincuente!
Ruiz-Mateos: ¡A la cárcel!
Miguel Boyer: ¡A dar la cara. Dé usted la cara, dé usted la cara!
En este momento Ruiz-Mateos intenta agredir de nuevo al presidente de Cartera Central y dice: «¡Que te pego, leche, que te pego!»
Abogado de Boyer: (Se dirige a Sainz Moreno.) Javier, por favor, que tú eres letrado. Por favor, hombre, por favor, que eres letrado.
Sainz Moreno: ¡Y lo del contrato de Isabel con Galerías Preciados, que yo lo vi!
Miguel Boyer: ¡Qué contrato, ni qué nada. No sé nada. No firmó nada, no señor. Es falso!
Voz anónima: ¿Y los tres mil millones del Cisneros, qué?
Sainz Moreno: ¿Y el tarjetón que le firmó Isabel Preysler a Matías Cortés?
Miguel Boyer: Eso es falso, es falso. Pues claro, hombre, pero si usted está condenado...(Se refiere a la condena de Sainz Moreno por apropiarse de las agendas Matías Cortés).
Sainz Moreno: Mira cómo me conoce
Miguel Boyer: ¡Pues claro, hombre!
Miguel Boyer consiguió al fin descender por la escalera lateral de los Juzgados ayudado por su escolta, mientras Ruiz-Mateos y un grupo de seguidores le lanzan monedas desde el tercer piso gritando: «¡Para el chalé, para el chalé!»
Ruiz-Mateos: (Boyer ya ha abandonado el Juzgado.) No he visto a un tío más asustado en mi vida. No se ha tragado las gafas de milagro, porque no me han dejado.
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