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Muere el Papa Francisco a los 88 años

El Pontífice ha fallecido en Roma tras la bendición de este Domingo del Urbi et Orbi. La Santa Sede queda en manos del cardenal camarlengo, el irlandés Kevin Farrell

Perfil | El Papa que reformó la Iglesia

Sigue en directo la última hora y las reacciones tras la muerte del Papa Francisco

Javier Martínez-Brocal

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

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El Papa Francisco, el primero latinoamericano, ha fallecido este lunes a las 7.35 horas en Roma a los 88 años, tras doce de intenso pontificado. Desde que el Vaticano ha comunicado su muerte, que ha tenido lugar solo horas después de que diera la bendición Urbi et Orbi desde el balcón este mismo Domingo de Resurrección, cesan todos los altos cargos de la Santa Sede y esta queda en manos del cardenal camarlengo, el irlandés Kevin Farrell, que ejercerá sus funciones hasta que sea elegido un nuevo Pontífice. También hasta ese momento se interrumpen las conmemoraciones por el Jubileo 2025.

Roma ya escucha conmocionada el tañido de la campana de difuntos de la basílica de San Pedro, que hace eco en todo el centro de la ciudad. Recuerda que se ha apagado la voz de Francisco, esa que resonó en foros políticos y religiosos en defensa de los «descartados», como llamaba a los inmigrantes, a los desocupados, a los ancianos, a los enfermos y a los no nacidos.

La última vez que falleció un Papa en el ejercicio de sus funciones fue Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, que murió a los 85 años a causa de una septicemia, tras un largo Parkinson que hizo necesario practicarle una traqueotomía. Benedicto XVI hizo efectiva su renuncia el 28 de febrero de 2013, cuando tenía 85 años, y falleció nueve años más tarde, el 31 de diciembre de 2022, a los 95.

Galería. La vida del Papa Francisco, en imágenes

El cónclave

En las próximas horas, el cardenal decano, Giovanni Battista Re, convocará en Roma a todos los cardenales, aunque sólo los menores de 80 años, los llamados «electores», están obligados a viajar a la Ciudad Eterna para participar en el cónclave y elegir un nuevo Pontífice. Los funerales del Papa deberán celebrarse dentro de menos de una semana.

El nuevo hombre de referencia en la Santa Sede es el cardenal camarlengo, actualmente el irlandés Kevin Farrell, de 77 años, que desde 2016 es el prefecto del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida. Mientras ejerza su cargo, hasta que sea elegido el próximo Papa, en la práctica ejercerá el gobierno de la Santa Sede, pero sólo para cuestiones de ordinaria administración.

«Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre», ha anunciado el camarlengo a primera hora de la mañana.

Galería. Muchas personas consternadas en la plaza San Pedro tras conocer la noticia. EP

«(El Papa) dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo como verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino», ha zanjado Farrel.

Con el fallecimiento cesan automáticamente de sus cargos quienes presiden departamentos de la Curia Vaticana, salvo contadas excepciones. También se interrumpen todos los eventos relacionados con el Jubileo de la Esperanza, previsto para todo el año 2025, y que el próximo Pontífice deberá decidir si retomar o cancelar definitivamente.

Francisco, primer obispo de Roma latinoamericano, fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013 con la misión encomendada de hacer limpieza en el Vaticano de todo lo que sonara a «carrerismo» y corrupción y de mostrar la propuesta cristiana a un mundo polarizado y acelerado.

Tuvo la habilidad de mantener a la Iglesia católica unida durante los años de convivencia con su predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI. Fue la primera vez que dos papas convivían serenamente y se mostraban aprecio recíprocamente. «Para mí fue un padre, no sabes cuánto me ayudó en este camino», explicó al corresponsal de ABC en el libro entrevista 'El Sucesor'. Hasta el fallecimiento de Benedicto XVI en diciembre de 2022, Francisco esquivó a quienes intentaron usar a Ratzinger para atacarle a él y a quienes lo usaron a él para enfrentarlo a los admiradores de su antecesor.

«Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades»

Francisco fue un «conservador inteligente» que intentó mantener la sencillez de los inicios de la Iglesia católica y abandonar los elementos superficiales que eclipsan la fuerza de su mensaje. «Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades», explicó poco después de ser elegido, en su documento programático, la «Evangelii Gaudium».

Cuando planteó esa osadía a los católicos, obtuvo como resultado divisiones entre dos extremos, que iban desde los católicos que miraron con recelo y perplejidad sus gestos de apertura y los consideraron ruptura con el pasado, hasta los creyentes que intentaban ver en sus propuestas una «nueva» Iglesia, opuesta y enfrentada con la que guiaron sus predecesores.

Su salud se fue deteriorando progresivamente desde marzo de 2022, que fue cuando empezó a mostrar serenamente en público sus problemas de movilidad a causa de una grave lesión de rodilla. A finales de marzo de 2023 tuvo que ser hospitalizado para curarse de una bronquitis. Regresó al hospital dos meses más tarde, en junio de 2023, cuando se vio obligado a operarse para resolver una hernia en el intestino que estaba provocando una oclusión.

La rehabilitación le estuvo causando problemas al menos hasta primavera de 2024. A finales de enero de 2025 contrajo de nuevo una bronquitis que le impidió pronunciar largos discursos en público y que le obligó a regresar al hospital.

«Soy un hombre perdonado siempre. A lo largo de la vida tuve también momentos de crisis, de vacío, de pecado, etapas de mundanidad. Y luego el Señor consiguió librarme de ellos», confesó en enero de 2025 en su autobiografía 'Esperanza'. «Me siento ingrato, pues frente a tantos beneficios recibidos he cometido muchos errores, muchas negligencias», aseguraba en su balance personal.

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