El icónico restaurante de Barcelona en el que cenó Michael Jordan y Jean Paul Gaultier que ya conquista Madrid

Hace casi cuatro décadas que Rosa Esteva y Tomás Tarruella - madre e hijo - abrieron en la Barcelona preolímpica un local de algo menos de 100 metros cuadrados de nombre Mordisco. Fue el inicio de un fenómeno hostelero que a día de hoy cuenta con una veintena de locales y que regresa con el nombre que hizo popular al grupo de restauracióna a la capital española una década después con la inauguración de su restaurante insignia.

Tragaluz se convirtió en uno de los restaurantes más icónicos de la Barcelona más cosmopolita, siendo punto de reunión de famosos como Michael Jordan, Matt Dillon o Jean-Paul Gaultier, así como influencers como Dulceida o Aida Domènech.

Un establecimiento inmersivo con decoración elegante y techo de cristal que ahora se ha instalado en el madrileño barrio de Salamanca. La empresa catalana ya cuenta en la capital con Bar Tomate, Luzi Bombón y Bosco de Lobos. El nuevo establecimiento se sitúa en el número 6 la calle Gil de Santivañes, a un paso de la Puerta de Alcalá y Cibeles.

La sede de Tragaluz en Madrid se ubica en el bajo del Hotel VP Jardín de Recoletos. Acristalado y con una oferta gastronómica similar al de Barcelona, donde se sentaron en su mesa tanto el citado diseñador francés como la leyenda de la NBA. Cuenta con una barra central de cocina a la vista y un jardín rodeado de verde. El ticket medio es de 40 a 45 euros por comensal.

Su cocina, de inspiración mediterránea con carácter italiano, ofrece platos como tomatitos de San Marzano con berenjena asada y pesto de pipas o lubina con puré de espárragos blancos, hoja de ostra y rabanitos. Entre las pastas destacan los maccheroncini con hinojo, kalamata, tomate semiseco, burrata y limón, y los pappardelle al ragú de rabo de vaca.