Sorrentino y las musas: disección del 'cineasta de la belleza'
En el libro 'Paolo Sorrentino', Elios Mendieta mete el bisturí al quehacer fílmico del director de 'La gran belleza' o 'El divo'

Más allá de esa liga en la que juegan los grandes maestros, esos cineastas que con la sola mención de su nombre evocan títulos y escenas memorables, el resto deben conformarse con que la eternidad les reserve la alusión a un personaje, a una escena, ... quizá a la frase de un diálogo. Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970), en las dos décadas que lleva consagrado a la dirección, ha conseguido entrar en el segundo grupo. En la historia del cine hay ya un hueco guardado a esa manera de vagar por el mundo de Jep Gambardella , el protagonista de 'La gran belleza'.
«Su filmografía se ha convertido en una de las más originales del panorama cinematográfico contemporáneo, lo que provoca que, ante cada uno de sus estrenos, se genere un gran entusiasmo en la cinefilia», apunta Elios Mendieta en 'Paolo Sorrentino', el nuevo título de la colección de cine de Cátedra (a la venta el 28 de abril), donde este doctor en Estudios Literarios mete el bisturí a las señas de identidad del quehacer fílmico del napolitano y a sus secuencias más destacadas. Nueve películas dirigidas, dos series, guiones y varias novelas avalan que el nombre de Sorrentino se una a una colección que ha analizado otras figuras como las de Martin Scorsese o Wim Wenders .
Estos son, precisamente, dos de los directores que Mendieta cita como referentes de Sorrentino. «Tiene una deuda con Wim Wenders en 'This Must Be the Place', con Scorsese en 'Silvio (y los otros)' o con Elio Petri en 'Il divo'», señala el autor del libro. «Y por supuesto con Fellini o Antonioni , que fue el gran cineasta-pintor. Esta última referencia, que no todos comparten, pretende ser una de las aportaciones de mi estudio. Con las constantes citas de sus películas busca dialogar con sus maestros y reactualizar el pasado al presente. Es una forma muy original de introducir a aquellos autores que le han inspirado».

Sorrentiniano confeso, Mendieta rebate a quienes sostienen que esa estética barroca tan típica del napolitano solo sea puro efectismo. «Entre la realidad y la belleza, yo escojo la belleza», llegó a decir el cineasta a modo de eslogan cuando se estrenó 'Il divo', el largometraje en el que se adentró sin complejos en su particularísima forma de rodar. «En este caso su planteamiento estético no se queda en un disfrute sin ninguna intención. Su embellecimiento va más allá: citando a Nietzsche, trata de mandar el mensaje del arte como salvación. Y este es uno de los puntos originales de la poética sorrentiniana», asegura.
Las fuentes de las que bebe en sus películas son varias: directores como los citados más arriba, pero también escritores como Proust o Baudelaire y pintores como Rafael Sanzio o Edward Hopper . «La cantidad de referencias literarias que introduce en su cine hacen de él un director-escritor: es un guionista consolidado y ha publicado novelas; a algunos guiones que ha escrito para el cine les ha dado forma editorial para ser vendidos como libros», añade Mendieta. «Su relación con la pintura le lleva a crear imágenes que podrían interpretarse como lienzos».
'Paolo Sorrentino' es un libro que aborda la obra del director oscarizado de manera exhaustiva, película a película, tema a tema. «Algunos autores han llegado a la conclusión de que el poder es una de sus obsesiones. Yo lo he centrado más en el tema de la memoria, que está presente en dos vías. Primero, desde una memoria más personal, que la asocio a su vertiente creativa porque muchos de sus personajes tienen inclinaciones artísticas: Al mismo tiempo que narra, Sorrentino se narra. Por otra parte, también se refiere a la memoria histórica: el Holocausto, los años del plomo de Italia, el retrato de Berlusconi en 'Silvio (y los otros)'...
Sobre si la última película de Sorrentino, 'Fue la mano de Dios', más contenida que las anteriores, supone un giro en su forma de dirigir, Mendieta opina que no: «Creo que nos está engañando un poco. Si ha cambiado algo, se debe a que es su película más personal, pero en sus próximos trabajos volverá a ser más reconocible la estética sorrentiniana. En su próxima película va a adaptar un libro, cosa que hasta ahora no había hecho. Puede que el director esté en ese punto de inflexión que tiene todo creador, si continuar con su estela o dar un giro a su carrera. Está por ver, pero yo creo que va a volver a los patrones que ha dejado escondidos en su último filme».
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