EDITORIAL
El Gobierno lleva al ridículo a la Abogacía del Estado
Revela el desconcierto con que el Gobierno de Pedro Sánchez afronta el asunto de menores inmigrantes no acompañados
Lo que comenzó siendo una señal del mal talante que muestra el Gobierno cuando le vienen mal dadas en los tribunales, ha terminado en un ridículo sin matices después de que la Abogacía del Estado haya retirado finalmente el recurso contra la decisión del Tribunal Supremo respecto a los mil menores no acompañados que fueron desatendidos por el Ejecutivo. La toma de control total de los servicios jurídicos del Estado, paralela a la de la Fiscalía, no redunda sino en el desprestigio de la Abogacía del Estado más agudo que este cuerpo haya sufrido en los últimos tiempos. Revela en todo caso el desconcierto con que el Gobierno de Pedro Sánchez afronta el asunto de menores inmigrantes no acompañados, que no sabe cómo solucionar, desde el caótico, asimétrico y sin duda singular reparto territorial (forzado por sus socios de Junts), al reproche del Tribunal Supremo por desatender los derechos de esos mil muchachos. El asunto de los menas desborda al Ejecutivo.
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