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46 países comprometidos

Renuncia al uso de productos procedentes de especies amenazadas

La «Declaración de Londres» también contempla la necesidad de introducir cambios legislativos para considerar la caza furtiva y el tráfico de animales salvajes como «delitos graves»

Renuncia al uso de productos procedentes de especies amenazadas EFE

PATRICIA RODRÍGUEZ (efe)

Responsables de unos 50 países y once organizaciones mundiales acordaron ayer en Londres adoptar «medidas prácticas» para defender a las especies protegidas y erradicar el mercado ilegal de animales salvajes.

La Conferencia sobre Comercio Ilegal de Vida Silvestre, auspiciada por el Ejecutivo británico, ha reunido a representantes de naciones de África, Asia, Europa y EE.UU., que, durante dos días, han analizado cómo frenar la caza furtiva de especies como tigres, rinocerontes y elefantes.

En la cumbre, donde han participado el primer ministro británico, David Cameron -que acortó su intervención para atender la crisis de las inundaciones que afectan al sur de Inglaterra-, y el príncipe Carlos (heredero al trono británico) con sus hijos, Guillermo y Enrique, se ha firmado la «Declaración de Londres»: un documento que incluye una serie de compromisos.

Entre ellos, la renuncia al uso de productos procedentes de especies en peligro de extinción, según indicó un comunicado del Foreign Office; así como la necesidad de introducir cambios legislativos para tratar la caza furtiva y el tráfico de especies protegidas como «delitos graves» equiparables al tráfico de drogas, armas y personas.

Los responsables gubernamentales abogaron, además, por continuar la prohibición internacional que pesa sobre el comercio de colmillo de elefante.

Abandonado hábitat

Durante su intervención en Lancaster House -sede del Gobierno donde se celebró la cita internacional-, el ministro británico de Exteriores, William Hague, alertó de que el comercio ilegal de vida silvestre «fomenta la corrupción y la inseguridad y socava los esfuerzos para recortar la pobreza y promover el desarrollo sostenible, particularmente en África».

Por su parte, el príncipe Carlos, conocido por su defensa del medio ambiente, remarcó en su discurso que «no hay que perder ni un momento para salvar a especies cuya pérdida no solo nos disminuirá a todos, sino que expondrá su abandonado hábitat a un riesgo mayor de destrucción, con tremendas consecuencias para la humanidad».

El Gobierno de Tanzania, estado africano donde cada día se abaten de manera ilegal 30 elefantes y donde el 17 % del Producto Interior Bruto (PIB) procede del turismo, pidió a China, Japón y Tailandia que «no consuman objetos de marfil», pues haciéndolo «permiten que se mate a otro elefante».

Renuncia al uso de productos procedentes de especies amenazadas

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