Mortífero ajuste de cuentas entre guerrillas en Colombia
Un enfrentamiento en la frontera con Venezuela entre disidentes de las FARC y el ELN provoca 23 muertos
Duque señala al régimen de Maduro como responsable de matanzas como la del lunes por proteger a estos grupos

Colombia comienza el año con nuevas encrucijadas que marcarán tanto el futuro político del país como las salidas a la crisis de seguridad y de derechos humanos que no logra superar, a lo que se suman las dificultades económicas y sociales derivadas de la pandemia, ... y la profunda desconfianza en la institucionalidad.
Cuando el país apenas se despertaba de las fiestas de fin de año y la resaca retumbaba en todos lados como un eco del exceso de pólvora que, a pesar de la prohibición, fue quemada por los colombianos, la noticia que abrió el año fue la de una nueva e impresionante matanza que deja a las autoridades sin respuesta a la hora de explicar cómo fue posible que 23 cuerpos aparecieran regados por los municipios de Tame, Fortul, Saravena y Arauquita , en el departamento de Arauca, en una estela de violencia e inseguridad que sacude una vez más esta zona nororiental del país y recuerda los nefastos años 90 en la región.
El pasado lunes las autoridades informaron de un fin de año de terror en esta región fronteriza con Venezuela. El procurador de Tame, Juan Carlos Villate, declaró a W Radio que podía tratarse de enfrentamientos entre las disidencias de la exguerrilla de las FARC y miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) , el grupo armado de izquierda que históricamente ha controlado la zona y que, como lo dijo al aceptar su responsabilidad, no está dispuesto a compartirla. Así, los muertos serían miembros de los dos grupos armados y algunos milicianos.
La cifra es aterradora, pero no debería sorprender. El 3 de enero el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) , el cual sigue de cerca las acciones de diversos grupos armados ilegales, hizo público un nuevo informe donde se indica que en los últimos cinco meses de 2021 los enfrentamientos armados con participación del ELN aumentaron sostenidamente, con una media mensual de cinco combates, principalmente contra disidencias de las FARC, lo que cuestiona nuevamente la capacidad de inteligencia de las fuerzas de seguridad colombianas.
Explicaciones de Duque
Según la explicación del presidente Iván Duque , los enfrentamientos entre los grupos criminales se iniciaron en el estado de Apure, Venezuela, colindante con Colombia y cuyo control también se disputan los ‘elenos’ y las disidencias de las FARC. El mandatario señaló que la situación es compleja porque «muchos de estos enfrentamientos se dan prácticamente en el filo, en el borde de la frontera», donde «los dos grupos han tenido protección y resguardo por parte del régimen de Nicolás Maduro» .
Ante situación en Arauca decidimos que @mindefensa y cúpula de @FuerzasMilCol y @PoliciaColombia se desplacen al departamento, enviaremos dos batallones, aumentaremos la capacidad de inteligencia y supervisión helicoportada y aerotransportada para garantizar control territorial. pic.twitter.com/Qy040CQld2
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) January 3, 2022
El problema, sin embargo, es que los colombianos que viven en esta zona de Arauca podrían empezar a desplazarse ante la insuficiente protección que les brindan las autoridades colombianas, creando así una nueva crisis humanitaria. La Defensoría del Pueblo señaló que doce familias campesinas de estos municipios fueron desplazadas forzosamente de sus casas. Por su parte, autoridades eclesiásticas, organizaciones de la sociedad civil y los propios araucanos aumentaron sus protestas contra la violencia armada y sus reclamaciones ante el Gobierno por la falta de seguridad territorial.
Año electoral
El otro territorio que está en disputa hoy en Colombia es el electoral, al que también afectan estas acciones armadas pues entre los colombianos los asuntos de seguridad urbana y de violencia territorial cada día cobran mayor importancia. Si el 2022 no empezó bien, el 2021 no cerró mucho mejor. Según el centro de estudios Indepaz, el año pasado hubo 92 masacres que se tradujeron en 326 víctimas fatales, mientras que 168 líderes sociales y 48 exguerrilleros de las FARC fueron asesinados. Si bien la cifra de masacres se mantuvo, cabe señalar que la de asesinatos de líderes sociales se redujo casi a la mitad, y la de excombatientes en una tercera parte.
A esta realidad se suma la difícil situación económica derivada de la pandemia como eje de debate entre los precandidatos presidenciales, que a hasta la fecha son 42. Pero las diversas encuestas coinciden en que el líder favorito es Gustavo Petro, senador de la Colombia Humana, exalcalde de Bogotá y cabeza del llamado Pacto Histórico, que reúne a los partidos de izquierda del país y quien perdió la presidencia ante Duque en 2018.
A una distancia considerable aparece Sergio Fajardo, de la Coalición de la Esperanza, que recoge idearios de centro. A este se suma Rodolfo Hernández , exalcalde de Bucaramanga, de mente liberal y acciones populistas que ha aumentado sus opciones entre millones de colombianos desencantados con la política, la institucionalidad y lo que queda de los partidos tradicionales.
Sin embargo, ningún candidato tiene con qué llevarse la presidencia en la primera vuelta del 29 de mayo, dos meses después de la renovación del Congreso. Petro hoy busca alianzas hasta con caciques políticos contrarios a sus postulados, para ganar en la primera vuelta y evitar la coalición de fuerzas opositoras para derrotarlo el 19 de junio, si se produce una segunda vuelta.
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