Los pescadores vascos temen la llegada de la gran mancha, de 3.500 toneladas
El frente principal se sitúa ya a 60 millas al norte de Cantabria y a 155 millas al oeste de la costa francesa. Sólo en el País Vasco se han recogido 20 toneladas de fuel
SANTIAGO. «Nos encontramos en la misma situación de inseguridad que los gallegos, puesto que nos despertamos con la ansiedad de saber si la marea negra ha llamado o no a nuestra puerta». Esta fue la frase más repetida entre los marineros vascos durante la jornada de ayer ante el temor de que el viento y las corrientes marinas acerquen la gran mancha de Cantabria a su ya castigada costa.
La Comisión Interdepartamental del Gobierno informaba mientras que las playas más afectadas por el vertido de hidrocarburo del «Prestige» eran La Arena, Azkorri, La Salvaje, Sopelana, Bakio, Bermeo, Aritxatxu, Laida, Laga, Ea, Ogella, Isuntza, Karraspio, Deba, Guetaria, Motrico, Saturraran y Zumaya. No obstante, las intensas labores de limpieza ya han empezado a dar sus primeros frutos puesto que, hasta la fecha, se han recogido más de veinte mil kilos de carburante.
En el litoral cántabro, lograron extraer más de catorce toneladas de residuos de los arenales y ocho del mar. En las tareas de reconocimiento fueron detectadas manchas dispersas de combustible entre Suances y el límite con Asturias; un reguero de una milla de longitud formado por galletas del tamaño de una pala a ocho millas al norte entre Ajo y Santoña, y, por último, concentraciones reseñables a la altura de Castro Urdiames.
Playas afectadas
En Asturias, los arenales susceptibles de limpieza, por estar parcialmente afectados por el combustible, están situados en Llanes, Buelna, Ballota, Cue-Antilles-Canales, Vidiago, Portiellu de Cue, Toro, Puerto Chico, El Sablón, Poo, San Martín, Cuevas del Mar, Ribadesella, Arrá, La Atalaya, Caravia, Arenal de Morís, La Espasa, Colunga, La Isla, La Griega, Villaviciosa, Rodiles, Merón, España, Carreño, Tranqueru, Carranques, Gozón, Bañugues, Punta Llampero, Xagó, Castrillón, Salinas, Bahinas, Cudillero, Concha de Artedo, Oleiros, San Pedro de Bocamar, Los Negros, Valdés, Navia, Cadavedo, Salinas, Turbeiriza y Otur Barayo. Cientos de operarios de la empresa estatal Tragsa colaboraron activamente en las tareas de recuperación.
Negra Costa de la Muerte
En Galicia, nuevas irisaciones de color parduzco siguieron haciendo acto de presencia en las playas de Lira y Carnota que han sido las peor paradas de esta tragedia. En La Coruña trabajaron cerca de 4.000 personas, en Pontevedra 400, en Lugo, 89, y, en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, algo más de quinientas. La marea blanca de solidaridad continúa tendiendo una mano amiga aunque, en ocasiones, hace mella la desesperación. Y es que marineros, pescadores y voluntarios se quejan de que «después de sesenta días todavía siga ahí una amenaza a la que no conseguimos echar de nuestras vidas». Tres barcos continúan trabajando en la zona del hundimiento y la miniflota de la Generalitat está anclada en la ciudad herculina a disposición de lo que dictamine el Gobierno central. Mientras, el gran frente se sitúa ya a 60 millas al norte de Cantabria.
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