Sánchez acelera para despejar sus conflictos políticos y afrontar 2023 en clave electoral
Intenta resolver ya los asuntos más espinosos que tensan a la coalición de Gobierno y a su partidol
En apenas diez días Pedro Sánchez va a resolver definitivamente dos asuntos de importancia capital que han condicionado los últimos meses. El próximo jueves 15 de diciembre el Congreso de los Diputados va a aprobar definitivamente la reforma del Código Penal que borrará el delito ... de sedición. Incluyendo además la modificación del delito de malversación a través de una enmienda de ERC que el PSOE limará en los próximos días. E incorporando además las dos enmiendas con las que los socialistas planean doblegar al Consejo General del Poder Judicial cambiando el sistema de nombramientos de los magistrados del Tribunal Constitucional y garantizando el cambio de mayorías hacia el bloque progresista. Y todo ello por la vía de urgencia.
Unos días después, el 20, el pleno del Senado aprobará de forma definitiva los Presupuestos Generales del Estado. Al contrario que el año pasado, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no contempla que alguna enmienda obligue a que las cuentas vuelvan al Congreso para un último refrendo. El Gobierno ha pactado ya con los partidos minoritarios que tienen asiento en el Senado pero no en el Congreso partidas para satisfacer sus demandas sin necesidad de que enmienden las cuentas. Además, ERC, Bildu y PNV han renunciado a presentar cambios en la Cámara Alta para reducir el riesgo de devolución de las cuentas. Pese a ello el Senado ha registrado más de 4.000 enmiendas parciales. De las que más de la mitad son del PP.
Superadas esas dos fechas tan simbólicas el Gobierno desea un final de año que sirva para conectar con lo que pretenden que sea el 2023: un año caracterizado por los anuncios económicos en forma de canalización de los fondos europeos hacia grandes proyectos que Sánchez quiere plasmar como uno de los legados de su gestión.
Para los dos últimos Consejos de Ministros del año (20 y 27 de diciembre) se espera la aprobación del decreto con nuevas medidas para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra. Habrá medidas para frenar el repunte de la inflación, que el Gobierno considera 'encauzado' en términos generales, pero que en el caso del precio de los alimentos sigue fuera de control. También se espera poder anunciar sin tener que llegar a 2023 la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional.
El presidente del Gobierno comparecerá previsiblemente esa última semana del año para proyectar la que será su línea estratégica para el próximo año. Un curso que en su primera mitad pretende ser muy económico y con las elecciones municipales y autonómicas de mayo y en su segunda mitad de impulso de cara a las generales. El Gobierno trabaja con varios escenarios geopolíticos que dependen de cómo evolucione la guerra en Ucrania o de decisiones como la de Arabia Saudí de frenar la producción de crudo. La segunda parte de 2023 tendrá gran parte del foco gubernamental puesto en la presidencia española de la UE.
Sánchez quiere el panorama despejado para que los comicios de 2023 estén exentos de confrontación dentro de la coalición. Pero para eso está teniendo que navegar estas semanas días de vértigo y mucha presión, también interna. Y todavía queda algún que otro día de tensión por delante.
Los socialistas por ejemplo tienen decidido mantener hasta el final sus enmiendas a la 'ley trans'. Si éstas fueran apoyadas por el PP, Unidas Podemos se vería obligado a respaldar una norma modificada respecto a la que salió del Consejo de Ministros. Por contra, si el PP no lo hace, el Gobierno no va a dejar caer la ley aunque está expresando dudas sobre la seguridad jurídica de la misma. En concreto en las partes referentes a los menores. Si finalmente el PSOE se ve obligado a aprobar la norma sin sus enmiendas se experimentará malestar en el sector del partido que representa al feminismo clásico y cuyo máximo exponente es la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo.
También queda pendiente de dirimir el pulso dentro de la coalición de Gobierno en torno a la respuesta a las consecuencias de la ley del 'solo sí es sí´. Pedro Sánchez ya deslizó el día de la Constitución del Congreso que estaba dispuesto a hacer retoques técnicos en la norma ante el aluvión de rebajas de condenas que se están produciendo. La parte socialista del Ejecutivo tiene ya en mente utilizar otra ley orgánica en tramitación para efectuar estos cambios. Pero el Ministerio de Igualdad sigue rechazando la necesidad de acometer modificaciones.
En la tramitación de la ley de Bienestar Animal, el Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra ha tratado de alcanzar un acuerdo esta semana para modificar las enmiendas del PSOE que excluyen de la regulación del texto a los perros de caza así como a otros animales utilizados en la actividad cinegética. Y pese a que vinieron en llamar a su propuesta 'el modelo Page', por el momento los socialistas no dan muestras de querer negociar.
Las pensiones
Las pensiones es el gran acuerdo que persigue el Gobierno para este final de año. Pero la propuesta de Escrivá que plantea subir el periodo de cálculo de la pensión hasta los 30 años no es apoyada ni por Unidas Podemos. En el Gobierno preocupa porque se trata de uno de los hitos comprometidos con Europa para el desembolso de los fondos europeos. Fuentes del Gobierno apuntaban además esta semana a que «los agentes sociales no quieren acuerdo si no está garantizada la aprobación en el Parlamento». La sombra de lo que sucedió con una reforma laboral que salió adelante de carambola es alargada. Sin embargo, dicen percibir «algún avance» en la negociación con ERC para aprobar la ley de Vivienda. Con la derogación de la ley de Seguridad Ciudadana, también se vislumbra.
El pulso entre Podemos, con un creciente protagonismo de Pablo Iglesias, y Yolanda Díaz es el gran dolor de cabeza del PSOE. «Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo», señala un importante dirigente del PSOE en referencia a que los sondeos apuntan a una mejoría de sus tendencias que les acercaría al PP. Pero saben que si el conglomerado a su izquierda no mejora hasta el punto de competir con Vox por la tercera posición la posibilidad de reeditar la coalición es remota. La forma en que se resuelvan estas cuestiones pendientes será determinante para el comportamiento de Podemos.
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