El refugio de las víctimas que abrió el largo camino contra la violencia sexual
El centro de crisis 24h ofrece asistencia social, psicológica y jurídica de manera gratuita a las víctimas que lo requieran
Madrid abre su segundo centro 24 horas para mujeres agredidas sexualmente y constata: «Cada vez son más jóvenes»

Aurora (nombre ficticio para preservar su identidad) es de ojos vidriosos. Para tomar asiento escoge el mismo sillón desde el que manifestó por primera vez que habían abusado sexualmente de ella. Coge aire, carraspea y reconstruye su pesar. Ocurrió no hace tanto, durante su ... jornada laboral. Aturdida, confundida y desconcertada acudió a la comisaría más cercana aquella misma noche para denunciar a su agresor. Le temblaban las manos. Durante la conversación con este periódico menciona en varias ocasiones que sintió miedo, «sobre todo a contarlo públicamente». Creía ser responsable de su pena. «Llegué a pensar que quizá fui yo quien provocó que esa persona hiciera lo que me hizo», relata. Pero «ahora sé que no debo sentirme culpable».
Verbalizar que fue víctima de agresión sexual no ha sido tarea fácil. Para lograrlo la joven ha requerido durante este tiempo la intervención de un equipo profesional especializado compuesto por trabajadoras sociales, asesoras jurídicas y psicólogas. Llegó al centro de crisis contra la violencia sexual Pilar Estébanez –un servicio ininterrumpido de acogida y atención inmediata de emergencia del Ayuntamiento de Madrid– siendo un manojo de nervios. La derivaron desde la misma comisaría a la que acudió para interponer la denuncia. Disponible las 24 horas los 365 días del año, atendieron a Aurora la misma noche en la que forjaron su desdicha.
«No sabes a quién recurrir cuando te sucede un episodio de estas características. Aquí me orientaron sobre adónde debía acudir. Me asignaron una psicóloga, con la que a día de hoy me sigo citando, y me ofrecieron asesoramiento legal, informándome sobre los derechos que asisten a las víctimas y la forma de ejercerlos», cuenta hoy serena. Tecleaba aquel número de teléfono (900-869-947) cuando sentía que se perdía a sí misma. De tarde o de madrugada, daba igual, desde el centro siempre la atendían: «Ese acompañamiento y apoyo emocional es lo que más he valorado. Sentirse escuchada y comprendida es, sin duda, lo que una mujer necesita cuando se ve obligada a pasar por algo así».
El Consistorio quiso implementar una respuesta fuerte, «inexistente» e «inédita» en España, frente a la violencia sexual, «que es una de las violencias más invisibilizadas tanto en las agendas como en las políticas públicas». Para ello creó en 2019 el centro pionero de crisis contra la violencia sexual Pilar Estébanez, con la voluntad de ofrecer atención inmediata a las mujeres, mayores de 16 años, que sufren este tipo de violencia «sin exigirles absolutamente nada».
La víctima no tiene obligatoriamente que haber denunciado ni estar en disposición de hacerlo. Tampoco importa cuál sea su nacionalidad –cuentan, además, con un servicio de interpretación lingüística– su situación administrativa y si están o no empadronadas en Madrid. Sólo un requisito: que necesiten esa ayuda y que decidan aceptar la intervención del centro. «Quisimos crear un lugar amable donde se creyesen a las mujeres, donde no se sientan cuestionadas y sí apoyadas. En donde se respetasen sus tiempos, sus objetivos, el qué quieren hacer y cuándo. Y que recibiesen, además, la información, el asesoramiento y el acompañamiento necesario para que puedan recuperarse de esa violencia sufrida y poder continuar con sus vidas», indica la jefa de unidad de atención a otras violencias en la Dirección General de Igualdad y Contra la Violencia de Género del Ayuntamiento de Madrid. «Cualquier violencia sexual, por ínfima que parezca, tiene un impacto en la víctima, y puede ser atendida aquí».
«Cualquier violencia sexual, por ínfima que parezca, tiene un impacto en la víctima, y puede ser atendida en este centro»
En el momento en que una mujer llama a través de la línea 900, se realiza una primera valoración de sus necesidades. En función de su demanda, se le ofrecerá una intervención especializada bien en el ámbito jurídico, social o psicológico. Si se trata de una violencia reciente «se la asesorará, se la orientará acerca de sus derechos y sobre la posibilidad de acudir al centro de salud más cercano para que sea atendida médicamente y pueda solicitar la aplicación del código Visem –protocolo de asistencia sanitaria urgente y coordinada a mujeres víctimas de violencia sexual–. En el caso de que tenga muy claro que quiere interponer una denuncia, también se la puede acompañar a las dependencias de la Ufan (Unidades de Atención a la Familia y Mujer)», explica la coordinadora del Pilar Estébanez, subrayando que cada equipo cuenta con seis profesionales de cada área de intervención que cubren las 24 horas incluidos los fines de semana.
Claves
Aumentan las agresiones
Desde el centro señalan que recibieron más de 1.300 llamadas en 2024. Según el último informe de criminalidad ministerial, aumentaron un 5,6% los delitos contra la libertad sexual en la Comunidad de Madrid: de 2.827 casos en 2023 a 2.985 en 2024.
La encuesta que impulsó el protocolo Visem
Según la macroencuesta realizada en 2019, el 8,9% de las mujeres ha sufrido violencia sexual por parte de alguna pareja, un 7,5% de las mujeres ha sido violada por alguna pareja, el agresor suele ser alguien conocido y el lugar de agresión más frecuente es una casa.
Centro de crisis 24h
Creado en 2019, se trata de un servicio de atención especializada a mujeres que hayan vivido un intento o una situación de violencia sexual reciente, o que se encuentren en situación de crisis derivada de la violencia sexual sufrida.
Centro Benita Pastrana
Creado en 2023, presta apoyo a mujeres víctimas de violencia sexual pasada o no reciente, que no requieran de atención urgente y/o inmediata, complementando el trabajo desarrollado por el centro de crisis 24h. Atención específica a las secuelas (psicológicas, jurídicas o sociales) a medio y largo plazo.
No manejan datos exactos, pero señalan que en 2024 recibieron más de 1.300 llamadas. Aseguran que hubo un incremento del número de estas con respecto a años anteriores, aunque «no necesariamente debemos interpretarlo como un incremento de la violencia hacia las mujeres». No obstante, según el último balance de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior –esta descendió en la Comunidad de Madrid un 2,9 por ciento en 2024–, aumentaron un 5,6 por ciento los delitos contra la libertad sexual en la región: de 2.827 casos en 2023 a 2.985 en 2024. Dentro de esta categoría, se registraron 664 agresiones sexuales con penetración en 2024, 16 más que el año anterior, con un aumento del 2,5 por ciento.
En cuanto a si existe un perfil concreto de mujeres que realizan más llamadas al centro o un patrón que indique momentos determinados en los que se efectúan estas mismas, el órgano apunta que «la violencia sexual se puede sufrir en cualquier momento, sin necesidad de que sea fin de semana, y hacia cualquier mujer independientemente de su edad». «Existe un estereotipo, un mito sobre que agreden más a jóvenes que a mujeres mayores o que hay más probabilidades de que ocurra a altas horas de la noche. Tenemos estos casos asociados a salir de fiesta, pero es un imaginario que tenemos, realmente no es así. Puede ser un conocido, el que menos te esperas, tu amigo de siempre. Puede ser en un domicilio a las tres de la tarde. En cualquier lugar, en cualquier momento y, por desgracia, a cualquier mujer. De hecho, según la macroencuesta realizada en 2019 por la Comunidad de Madrid que impulsó el protocolo Visem, el 8,9 por ciento de las mujeres ha sufrido violencia sexual por parte de alguna pareja; un 7,5 por ciento de las mujeres ha sido violada por alguna pareja; el agresor suele ser alguien conocido y el lugar de agresión más frecuente es una casa, de la víctima o del agresor.
Episodios pasados
Cuando el centro abrió sus puertas observaron que, al no existir otro referente, muchas mujeres llamaban con casos que les habían sucedido en el pasado pero que desencadenaron una crisis en ellas en un momento determinado del presente. Para ayudarlas se creó en 2023 el centro de atención integral contra la violencia sexual Benita Pastrana (910-600-648), de carácter ambulatorio –de lunes a viernes en horario continuado de mañana y tarde–, con el propósito de poder garantizar que el centro de crisis pudiera seguir atendiendo de manera inmediata las agresiones recientes.
Aurora escucha con atención. Cuenta que se vio obligada a dejar su puesto de trabajo y que comenzó en una nueva empresa, pero sus innumerables crisis de ansiedad provocaron que la echaran al poco tiempo. Relata también que comenzó a dormir con el pestillo de su habitación echado, y que aun así creía que alguien la violentaría cuando cerrase los ojos. «Lo perdí todo. Hasta la confianza en los demás. Me sentía sola, desamparada», expresa. Fueron las trabajadoras del centro quienes impulsaron a Aurora a tomar de nuevo las riendas de su vida. Cuando decidió ir a juicio en contra de su agresor, este la insistía, a través de llamadas telefónicas, en que «nadie me iba a creer». Pero Aurora ganó el juicio. Salió a la luz que no había sido la primera mujer a la que el denunciado había agredido sexualmente.
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