Por qué hay dos manifestaciones diferentes para reivindicar el 8-M en el Día de la Mujer
El feminismo se moviliza este sábado, 8 de marzo, en diferentes marchas que evidenciarán, de nuevo, la división del movimiento
Díaz, Montero y Belarra asisten al 8-M en medio de los presuntos casos de agresión sexual de Errejón y Monedero
Directo | Sigue la manifestación del 8M
Al menos 40 movilizaciones por toda España reivindicarán este sábado, 8 de marzo, los derechos de las mujeres con motivo de su Día Internacional. Cientos de miles de personas saldrán a la calle, en algunos casos, como Madrid, de forma dividida.
La capital evidenciará, de nuevo, la división del movimiento feminista. Y es que en Madrid hay previstas dos grandes manifestaciones. Por un lado, la convocada por Comisión 8M, que partirá a las 12:00 horas desde Atocha con el lema 'Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello' y terminará en Plaza de España.
Mientras, el Movimiento Feminista de Madrid celebra otra marcha, que saldrá a las 18:00 horas desde la Plaza de Cibeles y finalizará también en Plaza de España. Esta organización marchará al grito de 'Mujeres en lucha contra el machismo global'.
En este sentido, tanto PSOE como Sumar y Podemos marcharán de la mano de la Comisión 8M. De esta forma, asistirán miembros del Gobierno, como la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y representantes políticas como la eurodiputada de Podemos, Irene Montero, y la secretaria general de la formación morada, Ione Belarra.
No obstante, la ministra socialista de Igualdad, Ana Redondo, asistirá este año a las dos marchas convocadas en la capital, a diferencia de 2024, cuando solo acudió a la manifestación de la Comisión 8M. «No me siento mal recibida en ninguna de las asociaciones feministas, en absoluto», señaló en un desayuno informativo de Europa Press.
La ministra de Igualdad, abolicionista declarada, dijo sentirse «muy cómoda dentro del feminismo» y consideró que «hay distintas formas de entenderlo, a lo mejor diferencias en cuanto a determinadas cuestiones», pero subrayó que «lo importante es que el movimiento es muy amplio, es masivo».
Prostitución y Ley Trans, ejes de la división feminista
El Día Internacional de la Mujer volverá a evidenciar, un año más, la división dentro del movimiento feminista, con la prostitución y la Ley Trans como ejes del enfrentamiento entre la manifestación oficial, encabezada por la Comisión 8M, y el feminismo más clásico, representado por el Movimiento Feminista.
De esta forma, la Comisión 8M respalda la Ley Trans bajo la premisa de que el feminismo tiene que ser «diverso, inclusivo y seguro» para todas. En este sentido, aseguran que no van a «renunciar a que los derechos trans sean parte de la agenda feminista» porque este colectivo ha integrado el movimiento desde hace años.
Sin embargo, el Movimiento Feminista considera que la Ley Trans no es adecuada y defienden que «ser mujer no es un sentimiento». De esta forma, el feminismo más clásico clama contra lo que denominan el «borrado de las mujeres» y rechaza que «el concepto 'sexo' sea sustituido por 'género'».
Respecto a la prostitución, el sector feminista que representa la Comisión 8M defiende que hay que abrir un debate y regular esta práctica, al considerar que lo importante es luchar contra la trata y ofrecer salidas a las mujeres explotadas, además de dar voz a que las mujeres que ejercen la prostitución sean un sujeto de pleno derecho.
En cambio, el Movimiento Feminista pide su total abolición. «Contra la cultura de la violación, rechazamos totalmente el sistema prostitucional, la pornografía, el Sugar Dating y plataformas como OnlyFans porque ejercen, normalizan y promueven la reproducción de la violencia y la explotación sexual contra mujeres y niñas», señalan en su manifiesto de este año, en el que exigen la aprobación de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional, entre otras medidas.
Pese a las discrepancias en dos temas tan trascendentales, cabe destacar que ambas organizaciones comparten también ciertas posturas, como el fin de la mercantilización de los cuerpos y los vientres de alquiler o la defensa del derecho a un aborto seguro y accesible. Además, denuncian, por supuesto, la violencia machista y la desigualdad entre géneros.
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