Emma Buj, la alcaldesa que cogió el toro por los cuernos
Los antitaurinos de Teruel han encontrado en la figura estampada contra el suelo a cuenta de un congreso de astados la horma de su zapato para pedir la dimisión de la regidora. Pero los turistas llegan en masa a ver la réplica de bronce
La historia del Torico como símbolo de Teruel, pequeño en tamaño y enorme en sentimiento

Domingo, 19 de junio. Sobre las 7.15 horas, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, descuelga el teléfono temiendo el peor de los presagios. Se celebra el XVII Congreso Nacional del Toro de Cuerda y puede haber ocurrido una tragedia. No hay daño personal; ... Buj respira aliviada. Pero el operario municipal que la llama, uno de los pocos que ha asistido al derrumbe de parte de la columna de siete metros que tiene la fuente de la plaza central (de mediados del siglo XIX), junto a la estatua que sujeta, le cuenta que 'se ha caído el Torico'. «Pero, ¿qué me estás diciendo?». Regresa el susto. Horas después en el Ayuntamiento se pide su cabeza, no la del animal, la de Buj.
El compromiso adquirido por la regidora fue que habría otro toro, un «gemelo de bronce» del «simpático» de hierro que presidía la vida cotidiana de la ciudad, en las fiestas patronales del Ángel y de la Vaquilla. Más toro. Porque en Teruel, desde la leyenda de su fundación por Alfonso II en 1711, el escudo de la ciudad, el símbolo del conjunto patrimonio de la humanidad y hasta su nombre, el toro lo impregna todo, recuerda la primera edil.
Habla con ABC en un receso del que llaman aquí 'el martes de dolores', en plena resaca de las fiestas y repasa cómo en las últimas horas parecen haberle llovido las felicitaciones de los turolenses por haber suplantado con celeridad una figura por otra, de manera que, tras dos años de pandemia, se han revivido los hitos de los festejos: la 'puesta' y la 'quita' del pañuelico rojo al protagonista, el Torico, en una plaza donde no cabía un alfiler.
Esta que se conoce como 'la Pamplona chica' goza también estos días con la prenda roja teñida al cuello y las carreras ante los astados. Salvo los antitaurinos que, junto a la oposición, se encuentran inmersos en sacar rédito de esa polémica que ha atravesado la vida apacible en la ciudad del toro y la estrella.

Había una figura de hierro en lo alto que acabó con un cuerno y una pata estampados contra el suelo y que ahora se restaura en el Museo provincial de Teruel. La comprobación del material ha dado pábulo a lo que era una antigua leyenda en la ciudad, puesto que escritos antiguos hablaban de la fuente del siglo XIX, con sus caños de bronce y su diminuto toro encaramado en lo alto. Y en el imaginario popular se creyó que era también de bronce. Pero no, y eso ha sido motivo de una dura trifulca en los plenos del ayuntamiento, donde la oposición ha acusado a la regidora de «imprudente» y «melodramática», por señalar que el Torico es un sentimiento y que tenía el corazón conmocionado por el suceso.
Teruel lleva el toro en el escudo y en el nombre. El Torico preside la vida municipal y el conjunto patrimonio de la Humanidad
También la señalan por ocultar que la estatua no era de bronce. «La duda es de qué época es el toro, así que aprovecharemos la ocasión para estudiar la data con metalografías», dice Buj, quien repite a este periódico que el aterrizaje forzoso del Torico, cuando se ensogó la columna desde puntos diferentes de la plaza hasta que la estatua cedió, fue un «accidente». PSOE e IU lo ven una «negligencia» suya al permitir esa 'performance' de sogas y le achacan el estado de la herrumbre podrida en la columna destartalada.
Pocos subrayan que la ciudad llevaba dos años esperando ese congreso que aplacó las turbulencias económicas de la pandemia con la llegada de 4.000 congresistas y cientos de aficionados y que abarrotó al 100% las plazas hoteleras de las comarcas vecinas del Gúdar Javalambre, Albarracín, amén de la propia Teruel. «Asumo toda la responsabilidad –afirma la edil popular, al frente del Consistorio desde 2016–. Pero intentan hacer de la desgracia un beneficio». Mientras, los turistas (por orden, valencianos, madrileños y catalanes) llegan en masa ante el reclamo de la réplica de bronce. Dentro de un año hay elecciones y los ciudadanos decidirán... si hay Torico y alcaldesa para rato.
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