Baltasar Garzón justifica la intervención de los abogados porque eran parte de la trama delictiva

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón defiende que se pueden intervenir las comunicaciones en prisión entre internos y abogados con autorización judicial cuando las mismas pueden evitar la continuidad delictiva en delitos de blanqueo de capitales, y no necesaria ni únicamente en los casos de terrorismo.

Así es como interpretó el artículo 51 de la Ley General Penitenciaria cuando acordó las intervenciones que le han sentado en el banquillo por presunta prevaricación , una acusación por la que se enfrenta a 17 años de inhabilitación. Se trataba, ha dicho, de intentar determinar la localización del dinero que la trama " Gürtel " tenía fuera de España. Los abogados eran una pieza esencial en esa continuidad delictiva, ha señalado, hasta el punto de que varios de ellos han estado imputados.

Durante su declaración ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que ha comenzado pasadas las cinco de la tarde, Garzón ha recordado que el Ministerio Fiscal (que en este juicio no acusa) en ningún momento cuestionó la medida adoptada por el juez, porque en ningún momento se vio afectado el derecho de defensa. Prueba de ello, ha argumentado, es que ninguna de las diligencias practicadas a raíz de esas interceptaciones estaba relacionada con el contenido de esas conversaciones. De hecho, ha dicho Garzón, "su estrategia de defensa me importaba y me importa bien poco".

Garzón ha señalado que la intervención había que hacerla porque se corría el riesgo de que el dinero que estaba fuera desapareciera. Mas de 20 millones de euros estaba en cuentas en Suiza, en paraísos fiscales, y dos de los abogados imputados "tenían ese control" bajo las órdenes de Francisco Correa y Pablo Crespo (los dos principales imputados de "Gürtel").

Los abogados "eran un instrumento para perfeccionar la acción delictiva de la propia organización", ha añadido el juez. "Aquí estamos hablando de una organización criminal que estaba desplegando todos sus esfuerzos para que su dinámica siguiera, y dentro de esa dinámica había un elemento fundamental, que era el blanqueo de capitales. Tomé la medida procurando limitar al máximo la afectación del derecho de defensa", ha insistido.

Ante la pregunta de José Antonio Choclán , de si era consciente de que le estaba dando a la Policía un cheque en blanco para intervenir todas las comunicaciones de los internos con sus letrados, Garzón ha insistido en que "no fue ningún cheque en blanco". "No quiero discutir con usted, letrado", ha dicho Garzón al que fuera ex fiscal de la Audiencia Nacional. "Le repito que no se intervino a los abogados, sino a los internos. Ya no sé cómo explicarlo".

La Sala del Tribunal Supremo que juzga a Baltasar Garzón por las escuchas de "Gürtel" ha aceptado algunas de las cuestiones de previo pronunciamiento planteadas por la defensa del juez de la Audiencia Nacional, tramite al que se ha dedicado la primera sesión de la vista oral desde su inicio, a las once de la mañana. No así las recusaciones de dos de los magistrados que conforman la Sala ( Luciano Varela y Manuel Marchena ) ni la posibilidad de que la Sala del 61 actúe como tribunal de segunda instancia ante la imposibilidad de recurrir ante una hipotética condena.

Lo que sí ha aceptado el tribunal es la declaración testifical de un funcionario del Juzgado Central de Instrucción número 5 que tramitó el "caso Gürtel" y la escucha de algunas de las grabaciones por las que se ha sentado a Garzón en el banquillo , aunque su abogado tendrá que especificar cuáles y por qué. El letrado Francisco Baena lo había solicitado para demostrar que, a diferencia de lo que consideran las acusaciones, no se vulneró el derecho de defensa.