El segundo palo
El Madrid es mi patria
«Era de la España que fallaba goles a puerta vacía pero también era de la España que no fiscalizaba el DNI ni se preocupaba del club de origen del jugador. Era España, toda España»
Yamal, llama a Puyol

España siempre ha sido más de clubes que de selección. Y ahora que cada día que pasa queda menos nación que defender se hace a la vez más complicado ser de la selección de una nación que se encuentra en franca retirada. Pero, incluso cuando ... había algo más de nación, aunque no toda, España siempre fue más de clubes que de selección. Yo no estuve presente pero los más viejos del lugar cuentan que en el homenaje a Pirri que se celebró en el Bernabéu, y eso sería a principios de los años 80, en el partido que dirimieron el Real Madrid y la selección, la gente gritaba desde la grada «¡Madrid, Madrid, Madrid!».
Yo era de la selección que perdía y que, en las escasísimas ocasiones en que ganaba, le pegaban botellazos en la cabeza porque se retiraba del Pequeño Maracaná de Belgrado haciendo el gesto de la derrota y con el pulgar hacia abajo. Y era de la selección a la que árbitros australianos con apellidos que podrían pasar perfectamente por los de una marca de cerveza anulaban goles clarísimos contra Brasil y ni más ni menos que en un Mundial. Era de la España que fallaba goles a puerta vacía pero también era de la España que no fiscalizaba el DNI ni se preocupaba del club de origen del jugador. Era España, toda España. En la selección de lo que aún quedaba de nación empezaba y acababa todo.
Imagino que si aplicara la prueba del carbono 14 a mi desapego con la selección de fútbol de mi nación difuminada supongo que saldría alguna fecha inmediatamente posterior al 29 de junio de 2008. Gran paradoja, la verdad sea dicha, porque aquel torneo lo ganó, y brillantemente además, España, pero los que querían, y aún quieren, acabar con la nación se apropiaron de aquella selección por el mismo motivo por el que ahora pretenden adueñarse de la pelota vasca, para hacer daño. Dio la sensación de que en aquel equipo de Casillas, Albiol, Marchena, Torres, Capdevila, Cazorla, Xabi, Ramos o Silva sólo estuvieron Puyol, Iniesta, Xavi y Cesc. No jugó España, no, lo hizo el Barça. Y con su estilo. ADN. Aquel año empecé a desengancharme, pasé el duelo en 2010 y rompí dos años más tarde. Ahora el Real Madrid es mi patria y el Bernabéu es la capital de un Reino en el que tenemos las cosas claras. Porque desde París a Río pasando por Montevideo, Miconge o Leganés, a ninguno nos importa el color que tenga el gato mientras siga atrapando a los ratones.
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