Liga ACB
El Madrid se afianza en el liderato con su undécima victoria consecutiva
Los blancos remontan ante el Baskonia (83-78) en un partido muy disputado que se desatascó con un alto porcentaje de triples y un Llull definitivo

Logra el Real Madrid su victoria número 19 en liga, undécima consecutiva, para afianzarse en un liderato por números, defensa y por Sergio Llull. Tan igualado el encuentro ante el Baskonia que hasta el tiempo de superioridad en el marcador se dividió con segundos de ... diferencia. Hasta la mitad del último cuarto. Hasta que apareció Llull en ese tramo final en el que las diferencias eran mínimas tanto en dígitos como en fuerzas, aciertos y errores. Pero es lo que tiene este Real Madrid, que aprovechó mejor las pocas grietas que ofrecieron los vascos. «Hemos jugado con mucho orden, pero han cogido cuatro o cinco rebotes que nos hubieran dando estabilidad y ritmo», admitía Pablo Laso, valorando el esfuerzo de los suyos.
Se aplicaba el líder la misma intensidad defensiva con la que ganó al Virtus de Bolonia, un alivio europeo que querían los de Chus Mateo enlazar en el campeonato doméstico. Y hubo muy buenas intenciones al inicio del encuentro ante los vascos. Presión durante diez minutos con Hejonza y Musa de muñeca fina para que los de Laso no pudieran encontrar la entrada a canasta. Pero el Baskonia no bajó la guardia, conocedores de las inquietudes y fortalezas blancas, buscaron, crearon y se metieron en los huecos para no solo mantener la igualdad sino conseguir por momentos una mayor fluidez hacia la canasta; siete puntos de ventaja antes de que Mateo pidiera cerrar filas.
Las cerró a cal y canto el Madrid hasta el descanso, pero no lograron frenar las pérdidas ni contagiarse del mismo efecto a la hora de lanzar. Solo a chispazos, con un Campazzo que sí creó juego y quebraderos de cabeza a los rivales, pero sin la continuidad para permitirse algo de alivio en el marcador, demasiado tapado por los rivales, como tampoco encontró oxígeno Tavares. Acierto del Baskonia, por delante al descanso (39-40) que el Madrid intentó paliar con más juego a las esquinas para evitar el juego por el centro que les estaba haciendo daño y poco rédito. «Hemos tenido varias ocasiones para romper el partido, nos íbamos de 7 y de 9, pero siempre volvían. Esa ansiedad la tenemos que corregir; ser más definitivos cuando vamos ganando», se reprendía Mateo.
Llull, desatascador
Pero a poco Hejonza tomaba el mando del choque, a los que se unieron Musa Llull, Abalde, Deck. Un porcentaje de triples que rozó el 40 % durante todo el encuentro, varios créditos más que en los partidos anteriores. Un paso adelante de los blancos en esta competición en la que, a pesar de los intentos de los rivales, encomiable el esfuerzo del Baskonia, sabe llegar a los últimos minutos con más frescura para agotar las últimas energías del contrario.
Llull deshizo el empate. El juego hacia las esquinas daba sus frutos ante el atasco por el centro. Un triple a falta de siete minutos abrió la ventaja de seis puntos que le daba cierta holgura, alivio, un colchón en los que apoyarse con más templanza en el tramo final. Fue definitivo, por mucho empuje del Baskonia que intentaron poner sobre el parqué en los últimos instantes. Con más ilusión que acierto, más débiles los brazos porque el muro atrás se solidificó para atrapar esta undécima victoria consecutiva.
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