ANTICASITODO
Dos comunicados para entender el mundo de hoy
Jeff Bezos y Francis Ford Coppola han ofrecido estos días en redes dispares maneras de atacar la vida
El destape del 'Caso Watergate', una de las mayores exclusivas periodísticas del siglo XX, fue publicado por el 'Washington Post' y en 1974 provocó la renuncia del presidente de Estados Unidos Richard Nixon. Cincuenta años después, ¿lo harían? Cabe preguntárselo a tenor del comunicado que ... ha difundido su nuevo y multimillonario propietario, el informático Jeff Bezos, el dueño de Amazon, quien ha anunciado un cambio (moral) en las páginas de opinión del Post. «Vamos a escribir todos los días en apoyo y defensa de dos pilares: las libertades personales y los mercados libres». Y sigue: «Hubo un tiempo en que un periódico podría llevar al lector una sección de opinión de base amplia. Hoy internet hace ese trabajo. Por supuesto, abordaremos otros temas, pero los puntos de vista que se opongan a esos pilares se publicarán en otros sitios», enmarca. Porque: «Nuestro país no llegó aquí siendo típico. Y una gran parte del éxito de Estados Unidos ha sido la libertad en el ámbito económico y en todas partes». ¡En todas partes! Menos en la sección de opinión de uno de los periódicos más influyentes del mundo, que dejará de serlo. Tener la tez de prohibir no escribir a favor de la libertad provocaría un ictus en George Orwell por vergüenza ajena.
Por otro lado, tenemos a Francis Ford Coppola, el consagrado director de 'El Padrino', 'Apocalypse Now' o 'La ley de la calle', que con 85 años ha tenido la tez a su vez de dejar sin herencia a sus hijos por hacer una última película que le ha llevado décadas, 'Megalópolis', y que por fin estrenada logró cierta incomprensión crítica y un gran fracaso de público. En un mensaje en Instagram tras ganar el Razzie a peor director del año, expresa: «Estoy emocionado de aceptarlo en un momento en el que pocos tienen el coraje de ir contra las tendencias predominantes del cine contemporáneo. En este mundo destrozado, donde el ARTE recibe puntuaciones como si fuera lucha libre profesional, elegí NO seguir las reglas cobardes establecidas por una industria tan aterrorizada por el riesgo que, a pesar de la enorme cantera de jóvenes talentos a su disposición, puede que no cree películas que sean relevantes y vivas dentro de 50 años. Recordemos que la taquilla solo es dinero y, al igual que la guerra, la estupidez y la política no tienen un verdadero lugar en nuestro futuro».
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