La Fea Burguesía y la agitación literaria de Murcia

Una experiencia editorial que celebra sus primeros diez años de vida. El sueño de tres editores ubicados cada uno en un lugar diferente: Paco López Mengual, en Molina de Segura; Fernando Fernández Villa, en Cieza, y Francisco Marín, en Caravaca. Y un catálogo al 90% centrado en autores murcianos, si bien abierto a escritores de provincias limítrofes, de Madrid o de Barcelona.

El éxito de La Fea Burguesía es la prueba del verdadero ‘ajetreo literario’, tanto de escritores como de lectores, que se ha producido en Murcia en los últimos años, dice Paco López Mengual. Escritores que, asegura, hasta hace bien poco sentían que existía una especie de «frontera invisible» que les impedía publicar sus obras en condiciones. La creación de la editorial, de hecho, fue la consecuencia de tratar de hacer de la necesidad virtud, cuando los editores se plantearon publicar su primera novela. Fernández Villa venía de la experiencia de la editorial Alfaqueque; Paco Marín, de Gollarín, y entre los tres decidieron dar un paso más. Diez años después, La Fea Burguesía cuenta con un catálogo que frisa el centenar de títulos en sus tres modalidades: narrativa, poesía y ensayo. Y apuesta por una media de 15 libros al año en un futuro próximo.

Los números invitan a ello, a pesar de contar con pocas o ninguna ayuda, con excepción del Gremio de Editores de la Región de Murcia, que se ocupa de alimentar el ecosistema de las catorce o quince pequeñas editoriales que, como La Fea Burguesía, tratan de dar cauce a toda esta creatividad literaria que bulle en el territorio.

Mercero y novelista, Paco López Mengual nació en Molina en 1962, en el seno de una familia de comerciantes. Y desde el principio, el negocio familiar influyó en el desarrollo de su vida, aunque no hasta el punto de impedirle desarrollar su escritura. De niño, leyó todo lo que le dejaban sacar de la biblioteca pública, más allá de los libros del Círculo de Lectores que llegaban a su casa. Libros, tebeos… Todo lo que le pudiera aportar una buena historia. Historias como las que escribe, o como las que cuenta también como guía por Molina de Segura, por Murcia o por la Sierra de la Pila, con sus leyendas de bandoleros. Los clásicos de Verne y de Stevenson; enseguida, Martín Vigil, con ‘La vida sale al encuentro’ o ‘Primer amor, primer dolor’, hasta llegar a García Márquez. Aunque el libro que de verdad le abrió los ojos a lo que él empezó a considerar como la gran escritura fue ‘Soldados de Salamina’, de Javier Cercas. Ese modo de convivir la ficción y la realidad en el relato. Esa introducción del propio autor en la trama de la novela…

Paco López Mengual estudió Magisterio en la Universidad de Murcia, pero antes que la de editor, su primera gran vocación fue siempre la de escritor. Articulista literario en diferentes medios, hasta la fecha ha publicado ocho novelas: ‘La memoria del barro’, ‘El mapa de un crimen’, ‘El último barco a América’, ‘Maldito Chino’, ‘El grafiti del Cid’, ‘Ejecutar a Otto Maier’, ‘Yo, don Juan Manuel’ y ‘Espinosa Pardo (historia de un confidente)’, esta última, convertida en un filme documental del que es coguionista. Además de ocho colecciones de relatos, libros de viajes e infantiles y dos obras de teatro.

En la editorial, él es el que se encarga, con la ayuda de un comité de lectura, de seleccionar los textos, mientras que sus dos socios se ocupan de la edición. Aunque en la web de La Fea Burguesía se advierte de que no se admiten manuscritos, lo cierto es que al final tiene que enfrentarse con una avalancha.

¿Por qué La Fea Burguesía? En algún momento llegaron a pensar en algún nombre más relacionado con la cultura popular murciana, del tipo Papajotes, pero lo cierto es que el título de la novela de los años setenta de Miguel Espinosa, ‘La fea burguesía’, sonaba bien. Y de paso les permitía reivindicar a este autor caravaqueño, cuya obra están ahora empeñados en recuperar. Lo mismo que la de otros ilustres murcianos, como José Luis Castillo Puche, del que próximamente saldrá reeditada su ‘Misión a Estambul’. Mucho trabajo, hasta el punto de que en su entorno hay quien sospecha que en realidad tiene un ‘negro’ escribiendo por él sus novelas en la trastienda de la mercería. Y más que ha de venir, con los nuevos proyectos de la editorial.