La nave Athena aterrizó de lado en la Luna, en un cráter: «Estamos decepcionados con la misión»
Problemas con las comunicaciones desde su alunizaje hacían prever que las maniobras no habían salido según lo esperado por Intuitive Machines, la empresa responsable de la sonda que portaba instrumentos de la NASA
La nave Athena consigue aterrizar en la Luna, pero podría no haberse posado en una posición correcta

Las sospechas se han acabado confirmando: la nave de Intuitive Machines, Athena, ha aterrizado en la Luna de lado. Una suerte de 'deja vu', porque la compañía, que ha firmado varios contratos con la NASA para llevar carga a nuestro satélite dentro del programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS), ya había sufrido un final parecido con su otro vehículo lunar, Odiseo, hace ahora un año.
«Las imágenes transmitidas desde Athena en la superficie lunar confirmaron que la nave estaba de lado», señala la empresa en un comunicado emitido a última hora del viernes. La sonda «aterrizó a 250 metros de su lugar de aterrizaje previsto en la región de Mons Mouton del polo sur lunar, dentro de un cráter», indican en el mismo escrito, si bien recalcan que se trata del «alunizaje y de las operaciones de superficie más australes jamás logrados».
Y aunque Odiseo, que pese a no conseguir posarse en la posición correcta pudo seguir con parte de las operaciones (y, de hecho, se contó como el primer alunizaje privado en la historia de la conquista de la Luna), en este caso, con Athena, no ha habido tanta suerte. «Con la dirección del sol, la orientación de los paneles solares y las temperaturas extremadamente frías en el cráter, Intuitive Machines no espera que Athena se recargue -señalan desde la empresa acabando con todo hilo de esperanza de que la nave 'reviva' aún en esas condiciones-. La misión ha concluido y los equipos siguen evaluando los datos recopilados a lo largo de la misión».
Según la compañía, durante las horas en las que Athena tuvo energía, «los controladores de la misión pudieron acelerar varios hitos del programa y de la carga útil, incluida la suite PRIME-1 de la NASA, antes de que se agotaran las baterías del módulo de aterrizaje». Se trata del Experimento de Minería de Hielo de Recursos Polares-1 (PRIME-1), que constaba de dos componentes principales: el Taladro de Hielo Regolítico para Explorar Nuevos Terrenos (TRIDENT) y el Espectrómetro de Masas para Observación de Operaciones Lunares (MSolo).
Así, TRIDENT debía recuperar una muestra de hasta un metro bajo la superficie para buscar agua congelada y MSolo analizaría esa muestra para determinar si el hielo de agua está allí. Los datos indicarán hasta qué punto se pudo desarrollar la prueba, que no obstante estaba prevista para que ocurriera durante los siguientes diez días.
Se tratan de malas noticias para Intuitive Machines que, no obstante, tiene cerradas otras dos misiones más del mismo tipo con la NASA: IM-3 (programada para 2026) e IM-4 (programada para 2027).
Decepción en la NASA
«Dar poder a las empresas estadounidenses para que lleven ciencia y tecnología a la Luna en nombre de la NASA produce resultados científicos y permite continuar el desarrollo de una economía lunar», afirma en otro comunicado Joel Kearns, administrador adjunto asociado de Exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la sede de la NASA. «Si bien estamos decepcionados con el resultado de la misión IM-2, seguimos comprometidos a apoyar a nuestros proveedores comerciales en la difícil tarea de aterrizar y operar en la Luna».
En esta nota, la NASA amplía a 400 metros la distancia a la que se encontraría Athena del lugar donde debía haber aterrizado. Además, este fracaso contrasta con el rotundo éxito que tan solo unos días antes conseguía la nave espacial Blue Ghost, creada por la compañía Firefly Space, que enviaba poco después de su alunizaje no solo imágenes, sino también el vídeo de cómo la sonda consiguió posarse suavemente sobre la superficie lunar.
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