Explotación sexual y trabajos forzados: la trata infantil se dispara en Europa ante la vulnerabilidad de los migrantes

Posiblemente fue el hecho de que la policía española se estaba acercando demasiado el motivo por el que fue trasladada a Alemania, en una furgoneta con otras dos chicas con las que no se le permitió hablar durante el viaje de día y medio. Meses después logró escapar, durante la visita a una clínica en la que le iba a ser practicado un aborto.

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Érika Montañés

Un «secreto» contado por una niña de 12 años a sus amigas la salvó de un destino amañado por sus padres. Es la punta del iceberg de un delito «invisibilizado» en España

Ahora reside en un hogar de acogida, junto con su hija, una nueva identidad y el deseo de, algún día, abrir una peluquería. Su caso encaja en el perfil promedio de las niñas víctimas de trata, cuyo número está aumentando alarmantemente según el último informe de la Agencia de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).

En 2022, la agencia con sede en Viena documentó un total de 75.000 casos de trata de personas, de los cuales 25.000 involucraban a niños. Esto representa un aumento del 25% de la trata de menores en comparación con los años anteriores a la pandemia.

La agencia reconoce que esta es solamente la punta del iceberg y que la mayoría de los casos, presumiblemente, jamás caen bajo el radar de las autoridades. Pero sí se trata de datos extrapolables que permiten hacerse una idea del aumento de este tipo de explitación, cuyas víctimas son fundamentalmente niñas.

Los datos provienen de 156 países y apuntan a que los conflictos en curso y los fenómenos migratorios son su caldo de cultivo. El informe identifica casi 440 rutas diferentes para la trata transnacional de personas, que si bien siguen proviniendo en su mayoría de África, cada día llegan más desde el continente americano.

En tres de cada cuatro casos, bandas del crimen organizado son responsables de la trata. Las niñas y mujeres que se ven obligadas a prostituirse o tienen que trabajar para estafadores en línea que explotan a sus víctimas a través de sitios web eróticos y de citas, son las más afectadas. «Esta es la realidad que se esconde detrás de muchas páginas web de pornografía«, denuncia Beate Woidcke, voluntaria en un hogar de acogida de Berlín para víctimas que logran escapar del sistema y cuya ubicación se mantiene en secreto para protegerlas.

El informe concluye que las mujeres y las niñas siguen siendo la mayoría de las víctimas detectadas en todo el mundo (61% en 2022). La mayoría de las niñas víctimas, el 60% de las detectadas, son objeto de trata con fines de explotación sexual. Alrededor del 45% de los menores detectados son objeto de trata con fines de trabajo forzoso y otro 47% son explotados con otros fines, como la delincuencia forzada o la mendicidad. La trata con fines de delincuencia forzada, incluidas las estafas en línea, crece también de forma preocupants y ocupa ya el tercer lugar: ha pasado de representar el 1% del total en 2016 al 8% en 2022.

«Siempre hay casos en los que empresas que oficialmente parecen legales están en realidad involucradas en la trata de personas y esto afecta especialmente a sectores como la construcción, la pesca, la agricultura y las agencias de contratación, que a menudo sirven de tapadera a estas actividades«, advierte Angela Me, experta de la Onudd, «el negocio se ha vuelto más complejo para superar los filtros«.

«Es un crimen que a menudo permanece invisible, sucede en el piso de abajo, en la casa de al lado, y para la policía es muy difícil debido a la ausencia de denuncias y a la corrupción«, explica Naile Tanış del Instituto Alemán de Derechos Humanos, que recuerda que, «sólo en Alemania, cada día se detectan tres casos y el número de casos no denunciados probablemente sea mucho mayor».

Los tratantes de personas se sirven de la indefensión de las víctimas menores y, más adelante, de la vergüenza de las afectadas, que es un instrumento de poder que no debe subestimarse. «Quienes finalmente logran salir de la explotación a menudo se enfrentan a otra odisea, a menudo sin documentación, ilegalmente en el país y bajo una enorme presión para proporcionar inmediatamente información a las autoridades», describe.

En los últimos años, y a raíz de la carencia de trabajadores para muchos sectores en Europa, se detecta también un aumento del a trata de personas destinadas a trabajos forzados, en régimen de esclavitud, en sectores como la industria procesadora de carne. la enfermería, la agricultura, la restauración y la construcción. Todas estas áreas tienen algo en común: requieren mucho personal y tienen bajos requisitos de contratación. Las tácticas utilizadas por los perpetradores son muy diferentes.

Hay casos en los que personas extranjeras son vendidas contra de su voluntad y otras acceden voluntariamente a cambio de falsas promesas. «Atienden a ofertas de trabajo aparentemente atractivas que no mencionan la jornada laboral de 72 horas semanales, la retirada de su documentación al llegar y los malos tratos. Después, si intentan abandonar ese trabajo, son amenazados con hacer daño a sus familias en sus países de origen».