Cerco a la munición de plomo en Europa: «La caza no está preparada, no hay alternativa»
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En el horizonte de los cazadores se avistan complicaciones. La Comisión Europea planea un cambio importante para el sector en todo el territorio comunitario: acabar con la munición de plomo por sus efectos tóxicos en el medio ambiente y en la salud. Afectará ... a los cartuchos de perdigones, pero también a las balas de calibre superior a 5,6 mm e incluso al tiro deportivo y a la pesca. «El sector de la caza no está preparado si esto ocurriese mañana», apunta Josep Escandell, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC).
El plomo ha sido prohibido en la gasolina, la pintura y las tuberías de agua por sus riesgos para la salud. Sin embargo, la difícil sustitución en el sector cinegético han mantenido su uso, salvo en los humedales, donde ya está vetado. Ahora Bruselas propone extender las limitaciones al resto de espacios al aire libre. Argumenta que, si todo sigue como hasta ahora, en los próximos veinte años se liberarán al medio ambiente unas 876.000 toneladas de plomo. La propuesta de la Comisión Europea reduciría esa cifra un 72%.
«La restricción evitaría la pérdida de coeficiente intelectual en unos 7.000 niños al año, lo que evitaría una pérdida de bienestar de aproximadamente 70 millones de euros», dice la Comisión en su propuesta. Cada año, unos 13,8 millones de personas de familias de cazadores corren peligro de exponerse al plomo a través de la carne de caza. Y el vertido también afecta al medio ambiente: la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) calcula que están en riesgo de envenenamiento más de 150 millones de aves.
Pero acabar con el plomo en las municiones es un reto y tendrá efectos secundarios. «No hay alternativa al plomo», dice Escandell. Al menos, una buena. La munición de acero, asegura, es «inviable» en disparos hacia el suelo, como los que se ejecutan en la caza menor con especies como el conejo que, recuerda Escandell, son una plaga en algunos puntos de España. El problema es que el perdigón de acero rebota. Tampoco es igual de eficaz para abatir a otras especies más grandes, explica.
La nueva legislación, de salir adelante, obligaría a muchos usuarios a revisar o reemplazar sus escopetas y rifles, especialmente los de mayor antigüedad. «Estudios preliminares apuntan a que el 30% de cazadores ya no comprarían otra arma», dice Escandell, lo que llevaría al abandono de la actividad. La propia ECHA reconoce que la restricción al plomo podría «provocar una caída a corto plazo de las actividades de caza, ya que los cazadores deben cambiar sus prácticas de tiro y entrenarse con munición sin plomo».
Otras alternativas, como son los perdigones de bismuto y wolframio, no son realistas. «Son metales que se usan para hacer microchips. No están preparados por precio ni por disponibilidad», asegura Escandell. La ECHA calcula que son entre cuatro y cinco veces más caros que los de plomo.
La propuesta, sin embargo, ha sido aplaudida por grupos ecologistas. «La necesidad de prohibir el plomo es innegable», valoró Barbara Herrero, de SEO/BirdLife Europe. «Si países de la UE como Dinamarca lo han hecho, ¿por qué no lo ha hecho el resto de Europa? No hay excusa para seguir envenenando a las personas, la naturaleza y la vida silvestre», dijo.
Plazos
Para el sector, el adiós al plomo no es una cuestión solo económica, sino también sanitaria, en especial en un país como España que se enfrenta a sobrepoblación de especies como jabalíes, corzos, conejos o cabras. No obstante, el presidente de los cazadores asegura que no se oponen a la nueva legislación, aunque sí ven necesario trabajar en una adaptación del sector que, a día de hoy, no cuenta con una alternativa viable al plomo.
Por ahora, a la propuesta le queda un largo recorrido legislativo. Debe ser aprobado en comisión, así como por el Parlamento Europeo y por el Consejo. Además, el texto plantea «periodos de transición» para la caza una vez aprobado: hasta cinco años para la caza menor y 18 meses para la caza mayor. «Son periodos prudentes pero insuficientes», asegura Escandell.
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