Síndrome de las tuberías oxidadas: ¿por qué la leche materna puede ser marrón?
Se desconoce la incidencia de este síndrome porque está infradiagnosticado, según los expertos

La leche materna suele ser de color blanco, pero no siempre ocurre así. Aunque es poco frecuente, puede ser marrón o incluso naranja debido al síndrome de las tuberías oxidadas, también conocido como calostro marrón o síndrome de 'rusty-pipe'.
Este cuadro clínico puede considerarse normal durante el último trimestre del embarazo o los primeros días tras el parto, pero es un signo de alarma si se produce fuera de estos periodos. «Expulsar sangre a través del pezón puede ser un problema grave relacionado con un tumor o un traumatismo», explica a ABC Pedro Juan Carpena, pediatra en el Hospital Virgen del Castillo de Yecla (Murcia).
En los siete años que lleva el profesional en el centro solo se ha topado con dos casos. Se trata de un síndrome benigno e inocuo tanto para la madre como para el bebé y extremadamente raro, asegura. Por esta razón Carpena decidió junto a sus compañeras M.ª Isabel Jiménez, Celia Casado y Piedad Gallardo publicar un artículo en la Revista Pediatría de Atención Primaria.
El caso que se plasma en la revista PAP es el de una madre primeriza de 34 años cuya leche salía de color marrón por ambas mamas tras el parto. El cambio de color se debía a la mezcla de la leche con la sangre que se filtró de vasos sanguíneos. Eso sí Carpena deja claro que «no se trata de sangre fresca». «La sangre en este caso no tiene nada que ver a la que puede salir de una grieta en la areola o el pezón, sino que proviene de los conductos», explica.
Al no suponer un problema para el bebé ni la madre no se suele interrumpir la lactancia, pero sí se recomienda vigilar al recién nacido porque pueden presentar de forma ocasional «clínica de irritación o vómitos». Este cambio de color no es permanente y suele desaparecer sobre el cuarto o sexto día de lactancia.

«Puede dar un poco de impresión dárselo al niño, pero lo toleran perfectamente bien. A veces puede causarles nauseas o que las heces mantengan restos de sangre», asegura Carpena.
Se desconoce la incidencia de este síndrome, ya que, según el pediatra está infradiagnosticado. «La inmensa mayoría de madres que dan de mamar no ven la leche porque los bebés la toman directamente de la madre y el color pasa desapercibido».
En cualquier caso si unos padres detectan un color extraño en la leche materna es recomendable que se pongan en contacto con el médico para hacer un seguimiento, pero no deben preocuparse porque «es benigno y no requiere tratamiento».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete