Suscríbete a
ABC Premium

Televidente

El costumbrismo del mañana

«Ahora se estrena la séptima temporada de 'Black Mirror' y ya nos parece una serie costumbrista, con sus rumbas, su minimalismo de Ikea, sus voces artificiales y sus pantallas cada vez más dentro de nuestras vidas»

Médicos que fuman a plena luz del día

Paul Giamatti en el capítulo 'Eulogy' de 'Black Mirror'
Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando Charlie Brooker estrenó la primera temporada de 'Black Mirror', Instagram acababa de nacer y TikTok no llegaba ni a la condición de sueño: solo Dios sabe a qué dedicaban el tiempo los que no tenían Twitter, aunque sospecho que no estaban leyendo a Vargas ... Llosa. La distopía de Brooker se convirtió muy rápido en un tema de conversación, porque era una serie con vocación de ensayo, de alarma, de ideas. Por entonces, o hablabas del 15-M y del periodismo ciudadano (¿y no es eso Vito Quiles?) o hablabas de 'Black Mirror'. Era el tiempo en el que la utopía tecnológica aún gozaba de prestigio, y cuestionarla era poco menos que sospechoso: era estar contra el progreso, era ser catastrofista. Ahora se estrena la séptima temporada de 'Black Mirror' y ya nos parece una serie costumbrista, con sus rumbas, su minimalismo de Ikea, sus voces artificiales y sus pantallas cada vez más dentro de nuestras vidas.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación