'La noche más larga', un asalto casi a tiempo real
Alberto Ammann y Luis Callejo se meten en la cárcel Monte Baruca en el nuevo thriller de Netflix, creado por Xosé Morais y Víctor Sierra

No es un 'reality', pero parece grabada en tiempo real. Y bien podría serlo, porque una noche puede durar lo que el cuerpo aguante o lo que los insomnes quieran, por lo que sea, mantenerse despiertos. En 'La noche más larga' , la nueva serie de Netflix, todo salta por los aires cuando un misterioso grupo asalta la cárcel Monte Baruca para evitar que el asesino en serie (Luis Callejo), que acaba de ingresar en prisión, declare al día siguiente. Se rompen los convencionalismos, desaparecen las reglas, el caos se adueña de todo, convertido en unos dados que hacen imprevisible el juego al que hasta el día anterior todos creían dominar. Todo en una noche, la de Nochebuena, que se traduce en un vibrante trama de seis capítulos.
«Nos impusimos la idea de que sucediera todo en una noche, pero al desarrollarlo se convierte en algo bastante complejo. Había que intentar que los tiempos funcionasen, porque hay un número de personajes muy alto y están sucediendo muchas cosas a la vez. Hay que contarlo de forma que no se le vean las costuras a la historia, que no haya tiempos muertos », desvela Víctor Sierra, creador de la miniserie junto a Xosé Morais, para quien el «desafío era conseguir contarlo todo casi en tiempo real, durante unas pocas horas, porque el punto de partida no permite otra cosa, y, además, es lo que hace todo apasionante».
Más allá de su formato innovador, arriesgado, 'La noche más larga' funciona como un thriller convencional , como un homenaje al cine de acción rápida, de videoclub, de películas como 'La jungla de cristal' o 'Panic Room', con personajes muy marcados y sometidos a dilemas morales potentes. A cambio de las referencias de los creadores, se introduce «un misterio» que reviste de profundidad al frenético ritmo, y que da envergadura a la miniserie, una historia de personajes deudora de 'La casa de papel'. No hay atraco ni máscaras de Dalí, pero sí subtramas, odios, amores e imprevistas relaciones entre los presos y también entre los miembros del grupo de asaltantes. Lo dicho, cuando los intrusos acceden al Monte Baruca, se rompen las reglas, todo salta.
«Una de las cosas que más me gustó fue que entendía perfectamente a todos los personajes; podía estar o no de acuerdo, pero entendía lo que hacían y por qué lo hacían», explica Bárbara Goenaga , que tiene la oportunidad de lucirse en las pequeñas dobleces de su papel . Igual que Alberto Ammann, en el papel del director de la prisión psiquiátrica, que carga con el dilema moral de hacer lo correcto o ayudar a su familia: «Hay una cuestión que tiene que ver con proteger a la estirpe, a tus bebés, una cosa animal, y el resto está en segundo lugar. Actúa por puro instinto, más allá de que luego no pueda conciliar el sueño durante toda su vida», admite el actor, cuyo personaje se niega a entregar al criminal que dinamita la trama.
«Hay algo que me fascina de la serie, que planea a lo escena de 'Reservoir Dogs' de Tarantino, de gente apuntando a gente que les está apuntando y nadie dispara, aunque todo el mundo tiene una razón para hacerlo, porque está amenazando y siendo amenazado», dice Luis Callejo, encargado de dar vida al asesino Simón, a quien construyó sobre los cimientos de Hannibal Lecter. Eso sí, todo sobre el guion, escrito y reescrito por los creadores de la serie, responsables de ficciones como 'Néboa'. «Es una serie que sucede en tiempo real, donde cada secuencia pasa diez segundos después que la anterior y diez segundos antes de la siguiente. Caben pequeños detalles, pero no la improvisación. Es imposible», admite Xosé Morais.
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