Crítica de «Resistencia»: La lista de Marcel

Antonio Weinrichter

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27/11/2020 a las 09:33h.

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Dentro de la caudalosa producción de films sobre el Holocausto, un pequeño grupo se fija en algo tan incongruente como la figura del payaso: alguien encargado de alegrar a niños condenados. Benigni se atrevió con ello y Jerry Lewis también, pero luego no ha dejado a nadie ver el resultado. No teman, que esta película no se mete en muchos berenjenales. Su mérito reside en ilustrar un episodio de la vida del mimo Marcel Marceau que muchos desconocíamos y su defecto, darle el papel a Jesse Eisenberg que no resulta muy divertido ni poético hablando el lenguaje de las manos y los gestos.

Menos mal que la actividad profesional que le hizo famoso importa menos aquí que su admirable labor durante la invasión de Francia por las tropas nazis: salvó la vida a cientos de niños judíos, como lo era él mismo. Sin tener de partida una conciencia política, su «Lista de Schindler» particular se inició un poco de rebote, según se narra en las secuencias iniciales, que están entre lo mejor de la función. Así, la primera vez que utiliza, que descubre, vaya, su facilidad para ganarse a los pequeños con las manos es un grande, emocionante, ejemplo de «mímesis». El resto discurre por cauces no por terribles menos manidos. Parece imposible encontrar un archivillano nazi que no sea ultrarrefinado, incluso a la hora de la tortura. Y la fuga por parajes nevados de esta improvisada familia Trapp que canta el «Ave Maria» como los ángeles evoca, cómo no, «Sonrisas y lágrimas».