HAY QUE VIVIR
Ceuta desmonta el giro de Sánchez con Rabat
El control migratorio no ha durado ni dos años y las aduanas comerciales nunca se abrieron. Del Sahara mejor ni hablar, nunca se contó la verdad
¿Son nuestros jueces independientes?
Catalunya ens roba
¿Qué fue de los beneficios prometidos por el Gobierno de España tras el giro opaco de nuestra política hacia Marruecos y el Sahara? Empecemos por la política migratoria: número de menores acogidos en Ceuta a 27 de agosto: 502, con 22 ingresos este ... lunes y una sobreocupación del 479 por ciento. Son datos de la ciudad autónoma. El presidente, Juan José Vivas, tiene gran autoridad, y la tiene por una razón: cuando Sánchez cambió bruscamente la política hacia Marruecos sin contar con nadie, sin explicárselo a nadie y sin causa pública conocida, Vivas mantuvo la prudencia. El Gobierno argumentó que, entre otras cosas, beneficiaría al control migratorio, y así fue en el principio. Pero todo eso caducó, como era fácil vaticinar. Estas son las consecuencias del cortoplacismo y la opacidad del Gobierno. Sus acuerdos caducan, pero Marruecos logró lo que quería en el Sahara, y eso ya no caduca, ¿verdad que no? Otra cuestión relevante para el día a día de las personas: la apertura de aduanas comerciales. Casi dos años después siguen cerradas, un castigo para los trabajadores y las empresas. Pregunto a la consejera de Hacienda, Kissy Chandiramani. Recuerda que tras el abrazo de Sánchez a Marruecos el Consejo de Ministros aprobó medidas de apoyo a Ceuta en octubre de 2022: educativas, sanitarias, más inversión, construcción de viviendas y una mejora del régimen económico y fiscal especial. ¿Qué fue de todo aquello? «Una de las mas importantes era la puesta en funcionamiento de la aduana comercial. Llegó a haber una prueba piloto que fue un fracaso estrepitoso. Tardaron en pasar más de seis horas porque Marruecos exigía una documentación de la que no se disponía. De aquello no hubo más noticias, ningún movimiento más, salvo que Albares dijo que por nuestra parte está todo preparado». De modo que el problema está en Rabat, que es quien tiene el control. Ya sabemos lo que ha perdido Ceuta, la pregunta es qué ha ganado Sánchez.
En aquel tiempo, a pesar de ser el presidente del PP más afectado, Vivas nunca se dejó llevar por las tentaciones populistas ni dio pábulo al sesgo partidista, algo que no se entendió del todo bien en los sectores más encendidos de su partido. Le dio un voto de confianza al Gobierno, pero advirtió recurrentemente de lo que venía y siguió pidiendo ayuda con lealtad institucional. Por eso, cuando hoy hace una llamada de «socorro» hay que escucharlo.
Más datos: el número de menores quintuplica el de 2023 y la ciudad ya ha agotado el presupuesto anual. Son seis menores por cada mil habitantes, como si a toda España llegaran repentinamente 250.000. Hace ya un año me dijo Vivas en un coloquio del Club Siglo XXI: «Lo que pedimos para Ceuta es una gota en el océano de las capacidades financieras del Estado». Una gota en el océano Atlántico y otra en el mar Mediterráneo, como tituló ayer ABC. En esta crisis se mezcla ya lo urgente y lo importante: Gobierno de España, basta ya de ganar tiempo.
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