Principio de acuerdo entre conservadores y socialdemócratas para formar gobierno en Alemania

Para estimular la economía, la CDU y el SPD quieren crear incentivos a la inversión y emprender una reforma del impuesto de sociedades. Además, se reformará la asignación ciudadana. "Estas medidas llevarán nuestro sello común", ha dicho Merz. El líder del SPD, Lars Klingbeil, que ha comparecido junto a Merz en la rueda de prensa tras la decisiva ronda de negociación, ha hablado de conversaciones "constructivas” y ha subrayado que ambas formaciones políticas asumen su responsabilidad. "Ahora hemos logrado dar un primer paso importante con este documento exploratorio”, ha dicho, antes de recomendar al comité del partido que apruebe el inicio oficial de las negociaciones de coalición sobre la base de este acuerdo. Hay un tercer partido presente en estas negociaciones, la Unión Socialcristiana (CSU), el partido hermano bávaro de la CDU, cuyo líder, Markus Söder, ha añadido por su parte que “no hay ganadores y perdedores de las conversaciones, sino nuevos socios”.

Una vez las directivas de los partidos den luz verde, el probable futuro canciller, Friedrich Merz, se ha fijado como objetivo de concluir las negociaciones antes de Pascua. No hay alternativa numérica a esta gran coalición y los avances en materia financiera y de seguridad y defensa, con el pacto para una reforma de la Ley Fundamental que flexibilizará el freno a la deuda y con un gigantesco fondo especial para infraestructuras de 500.000 millones de euros, es posible avanzar el éxito del proceso. “Merz puede convertirse en un gran canciller de Alemania”, ha declarado en una entrevista con 'Die Welt' el presidente regional de Schleswig-Holstein, Daniel Günther, tras constatar este avance en la negociación en un tiempo récord. En su opinión, Merz está mostrando capacidad de respuesta y de liderazgo, al logar aunar posiciones con el SPD con “celeridad y confianza”.

El documento base de la negociación deja margen de maniobra al SPD para aplicar sus políticas en materia de mercado laboral y economía, según Merz. Lars Klingbeil, por su parte, queda conforme porque el acuerdo respeta el hecho de que Alemania es un país de inmigración, en el que todas las personas deben poder "vivir en igualdad de condiciones y con oportunidades, libres de racismo y discriminación".

La gran coalición prevé que la ley de ciudadanía reformada por la coalición semáforo de Olaf Scholz siga vigente, aunque se ha acordado mantener los períodos de espera reducidos para la naturalización y el doble pasaporte para los ciudadanos de fuera de la UE. A partir de ahora, examinarán si sería constitucionalmente posible revocar la ciudadanía alemana a los partidarios del terrorismo, los antisemitas y los extremistas que piden la abolición del orden básico democrático libre si también tienen otra nacionalidad. Esta ley de ciudadanía, en vigor desde el 27 de junio, establece que el derecho a la naturalización existe después de cinco años de residencia y siempre que el solicitante cumpla las condiciones, entre ellas poder ganarse la vida por sí mismo.

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