El Papa llama por teléfono a Javier Milei para pasar página tras meses de tensiones
El pontífice le felicita y le desea «coraje y sabiduría» como presidente
Alberto Fernández recibe a Javier Milei para comenzar la transición política en Argentina

El Papa ha decidido llamar por teléfono al vencedor de las presidenciales argentinas, Javier Milei, para felicitarle por el resultado de las elecciones y le ha aconsejado «coraje y sabiduría». Con esta conversación de ocho minutos, Francisco ha conseguido que su relación no esté marcada por los insultos de Milei, sobre los que el candidato ya se declaró «arrepentido», y que la etapa que se abre en Argentina con la llegada del líder ultraliberal no derive en un continuo conflicto con la Iglesia.
La iniciativa ha sido del pontífice. Javier Milei estaba realizando una entrevista televisiva en el Hotel Libertador de Buenos Aires, donde actualmente reside, cuando su consejera de política exterior le ha solicitado que interrumpiera la grabación para responder a una llamada telefónica desde el Vaticano.
Fuentes del partido del próximo inquilino de la Casa Rosada califican la conversación como «cordial y amena», y destacan que el Papa le ha sugerido gobernar con «coraje y sabiduría», curiosamente un consejo parecido al que dio Francisco en 2016 a Arturo Sosa cuando fue elegido superior general de los jesuitas. Milei, que se dirigió a él como «Su Santidad», le respondió con buen humor que «coraje no me falta y la sabiduría la estoy trabajando».
Según quienes presenciaron la conversación en Buenos Aires, el Papa ha sacado a relucir la importancia del ámbito sanitario, educativo y la lucha conta la pobreza. Milei ha respondido que es consciente del importante desafío que tiene por delante de combatir la pobreza y la indigencia, que trabajará «fuertemente» con la infancia y en ámbito educativo, y que está convencido de que los cambios que está planeando serán buenos para las personas.
Además, ha invitado al Papa a viajar a Argentina, ya sea con una visita de Estado, o como líder de la Iglesia católica, aunque el pontífice no ha dado una respuesta directa. El entorno de Milei ha filtrado también que facilitaron las gestiones el oftalmólogo de Francisco y el que fue candidato del partido de Milei al gobierno de Buenos Aires.
«No tengo problema en repetir que estoy arrepentido»
En el último debate presidencial, Sergio Massa solicitó a Milei que pidiera perdón por las ofensas al Papa. «Parece que estás poco informado, porque ya había pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema en eso, porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido», contestó entonces.
Los insultos de Milei al Papa, la inmensa mayoría previos a su entrada en política, han sido parte de su tarjeta de presentación. El primero que se recuerda es un «A vos te gusta la mierda de la justicia social» que se remonta a 2017; también le ha llamado «enemigo del bienestar, peroncho zurdo», «personaje impresentable», «nefasto».
En noviembre de 2020, dijo que «habría que informarle al imbécil ese que está en Roma, que defiende la justicia social, que sepa que eso es un robo y una aberración». Lo llamó duramente «representante del maligno en la tierra, que está ocupando el trono de la casa de Dios» y lo acusó de «impulsar el comunismo, con todos los desastres que causó» y de promover «el pobrismo y un régimen de miseria».
El Papa no ha respondido directamente a ningún ataque del entorno de Milei. En una entrevista del mes de abril, se despidió con la solicitud de que «no me vinculen con la política argentina, por favor». En octubre, en vísperas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, alertó genéricamente en una entrevista a la agencia oficial de Buenos Aires «Telam» de los «payasos del mesianismo», de «los redentores de un día para otro», y de «los flautistas de Hamelin que son encantadores de gente y las terminan ahogando», calificativos que fueron interpretados como referencias veladas a Milei.
Misa de desagravio
A principios de septiembre, cuarenta «curas villeros» convocaron una «Misa en desagravio por los ultrajes al Papa Francisco», en referencia a los duros improperios que Milei lanzó
antes de convertirse en candidato a la presidencia del país. Les respondió el ex portavoz del entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, Guillermo Marcó, quien explicó en una nota que «lo que opinan los curas villeros no es la única opinión de la Iglesia, y es importante mantener la no politización partidaria del pensamiento eclesial».
Ese mismo día, a mediados de septiembre, durante la campaña electoral, Milei recuperó sus críticas al Papa en una entrevista publicada en la red social «X», la antigua Twitter, realizada por el ex reportero de Fox News, Tucker Carlson, habló duramente sobre el Papa Francisco.
«El Papa juega políticamente, es un Papa que tiene fuerte injerencia política», explicó. «Ha demostrado, además, una gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro. Está del lado de dictaduras sangrientas», le acusó. «Tiene afinidad por los comunistas asesinos. De hecho, no los condena, es decir, es bastante condescendiente con ellos, y también con la dictadura venezolana. Es condescendiente con todos los de izquierda, aunque sean verdaderos criminales, y eso es un problema», repitió entonces con contundencia. En ese mismo diálogo, aseguró que la «justicia social» que propugna Francisco se reduce a «robarle a una persona el fruto de su trabajo y dárselo a otra».
Ocho minutos de conversación
En el Vaticano, el cardenal Víctor Manuel «Tucho» Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en referencia a un posible viaje del Papa a Argentina en 2024, avisó de que «seguramente no irá a un lugar donde las autoridades desprecien su presencia».
El último episodio tenso de esta escalada fue durante el cierre de campaña de la primera vuelta, cuando uno de los colaboradores de Miley propuso la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Los ocho minutos de conversación de este martes sin duda permitirán a Javier Milei relacionarse con serenidad con el Papa Francisco, y ayudarán a que el Papa no sea utilizado para las diatribas políticas de su tierra, especialmente a partir del próximo 10 de diciembre, cuando Argentina tendrá oficialmente un nuevo presidente.
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