Así es el 'muro flotante' de boyas con púas para evitar el paso de mexicanos a Estados Unidos por el Río Bravo en Texas
Un metro de diámetro formado por estos objetos flotantes reforzados con artilugios punzantes: la última medida del gobierno texano para frenar la inmigración
En imágenes: el drama migratorio en los dos lados de la frontera de Estados Unidos
Texas (Estados Unidos) continúa su cruzada contra la inmigración con lo que se ha llamado operación 'Lone Star'. El gobernador del estado, el republicano Greg Abbott anunció el pasado viernes una nueva medida para tratar de evitar el paso de mexicanos al país por medio del Río Bravo.
Además del traslado masivo de inmigrantes a ciudades de otros estados, Abbott y su equipo han diseñado una barrera flotate para que aquellos que intenten cruzar por el agua no logren su objetivo.
Se trata de un dispositivo de alrededor de un metro de diámetro y que se extiende a lo largo de 300 metros formado por boyas a las que se han añadido púas.
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La idea es disuadir con los objetos punzantes a los mexicanos que traten de cruzar por esta zona fronteriza entre sendos países, cercana a la localidad de Eagle Pass, que colinda con la ciudad mexicana de Piedras Negras.
«Estamos asegurando la frontera desde la frontera. Lo que estas boyas nos permitirán es impedir que la gente llegue siquiera a la frontera», explicó Abbott.
La barrera ya ha sido instalada y la medida ha sido muy criticada pues, según expertos consultados por medios americanos, choca directamente con los tratados entre Estados Unidos y México y es, además, competencia de Seguridad Nacional y no del estado de Texas tomar decisiones con respecto a la frontera.
Pese a esto, Abbott defiende su actuación y y el «derecho constitucional de Texas a defender su frontera», tal y como expresó en su cuenta de Twitter: «Esto va a la Corte Suprema», dijo, en referencia al equivalente al Tribunal Supremo de EE.UU. del que el gobernador texano espera conseguir apoyo.
Un problema creciente
En las últimas semanas, los pasos fronterizos entre sendos países han estado en el foco de la actualidad por varios siniestros -entre ellos uno que le costó la vida a cinco hondureños, incluido un niño cuando trataban de llegar a la 'tierra prometida' atravesando México-, lo que ha llevado al gobierno estadounidense a tomar medidas para reducir el problema de la inmigración y proteger vidas.
Así, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este martes un acuerdo con EE.UU. para que esa nación acepte solicitudes de asilo de migrantes que ya están en México, que a su vez instalará un «espacio internacional multipropósito» en el sur del país para atender a extranjeros.
«Lo está viendo la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, va a ir a Chiapas en esta semana, porque lo que se busca es que pueda haber opciones de trabajo, de capacitación, para migrantes. Y al mismo tiempo que puedan hacer sus trámites para llegar a Estados Unidos los que lo deseen«, dijo el mandatario.
El gobernante mexicano se refirió en su conferencia matutina al anuncio que hizo la Casa Blanca el viernes pasado, cuando indicó que Estados Unidos aceptará peticiones de asilo de nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que ya están en México a la espera de cruzar a territorio estadounidense.
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