Una filtración revela cuánto paga Rusia a Irán por los drones Shahed que lanza contra Ucrania
Los documentos publicados por un grupo de piratas informáticos apuntan que Moscú abonó con «lingotes de oro» parte de las transacciones
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A los drones kamikaze «Shahed-136» los bautizaron en Ucrania como los «cortacésped» por el particular ruido que hace su motor. Estos aparatos son empleados de forma continua por Rusia para desatar ofensivas aéreas contra las principales ciudades del país en guerra. Su fabricación es ... iraní y aparecieron en el frente ucraniano durante el año 2022. Los detalles del acuerdo económico entre Moscú y Teherán para el suministro de estas armas habían permanecido ocultos hasta ahora. Pero una filtración apunta que el coste unitario de cada Shahed alcanza los 375.000 dólares. Un precio superior a las estimaciones publicadas recientemente por varios medios occidentales.
Esta información salió a luz después de que un grupo de jáquers –conocidos como Prana Network– lograse acceder al sistema de correos electrónicos de la empresa iraní que vende los drones al gobierno ruso. Los piratas informáticos afirman que tienen en su poder hasta 10 gigabytes de datos de la compañía Sahara Thunder, una empresa fantasma supuestamente operada por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Los documentos señalan que Rusia e Irán negociaron un precio menor si las compras eran al por mayor. Moscú pagaría por cada vehículo 193.000 dólares cuando el encargo ascienda a 6.000 unidades y si el pedido es de 2.000 drones, entonces cada aparato costará 290.000.
Si los datos publicados están en lo cierto, Moscú habría adquirido también la licencia para producir este tipo de vehículos aéreos no tripulados. «En 2022, se firmó un contrato de 1.750 millones de dólares por 6.000 Shaheds, más hardware y software. Rusia pagó literalmente en oro; envió un poco más de dos toneladas de lingotes», afirmó –en referencia a los documentos revelados– el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Anton Gerashenko en su cuenta de X.
Las revelaciones apuntan que si gobierno ruso consigue localizar la producción de drones en su propio territorio el coste de cada vehículo aéreo no tripulado se reduciría en 165.500 dólares. De hecho, ya se estarían ensamblando drones iranís en las instalaciones de la Zona Económica Especial de Alabuga, en la República de Tartaristán. En una información publicada por 'The Washington Post' en agosto de 2023, se afirma que el gobierno ruso planea fabricar allí hasta 6.000 unidades de vehículos aéreos no tripulados con el apoyo de Teherán.
Moscú utiliza cada vez más drones en el campo de batalla, lo que está complicando muchas de las operaciones ucranianas. La guerra electrónica y su tímido uso por parte de Moscú se está revirtiendo en el frente. Además, Rusia está apostando firmemente por producir sus propios aparatos voladores. El pasado 18 de enero la agencia TASS anunció el desarrollo de un nuevo tipo de vehículo aéreo no tripulado llamado Hawk. Una versión más barata del dron iraní con un alcance de 350 kilómetros. El Hawk se utilizará como «pseudo misil de crucero» o un «objetivo señuelo» para desgastar las defensas aéreas de Ucrania, destacaba la noticia del medio estatal ruso.
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