Un error increíble de la Inteligencia abre a Hamás las puertas de Israel
La primera conclusión que produce la audaz maniobra del grupo terrorista, que gobierna en el interior de la Franja, es el estupor
Israel declara el estado de guerra y bombardea Gaza tras el ataque masivo de Hamás contra su territorio
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Cincuenta años después del comienzo de la llamada Guerra del Yom Kippur, la fiesta más importante de los judíos, la población israelí se levantó hoy sobresaltada por una nueva invasión, procedente esta vez no de una colosal alianza de los países árabes sino de una minúscula porción de tierra palestina ... : la Franja de Gaza.
La primera conclusión que produce la audaz maniobra del grupo terrorista Hamás, que gobierna en el interior de la Franja, es el estupor ante el fallo monumental de la Inteligencia israelí, que no supo advertir y prevenir un plan de ataque a gran escala que sin duda llevó meses de preparación.
Una de las razones que, en cierto modo, podrían explicar la negligencia de uno de los servicios de espionaje más sofisticados del mundo es el pulso que, desde hace meses, se libra en el interior de Israel por el proyecto de reforma de la Justicia del primer ministro Netanyahu. Miles de reservistas -que hoy han sido llamados con urgencia a filas- llevan desde el verano amenazando al Gobierno con abandonar sus tareas si no retira su proyecto; entre ellos se cuentan expertos en Inteligencia, ciberguerra y miembros de unidades de élite. Hamás ha sabido elegir ese momento de debilidad para desarrollar sus planes sin ser advertido.
Dos décadas de sangrientos enfrentamientos desde que Israel se retiró de Gaza
Los estallidos del conflicto entre Israel y los grupos palestinos en el superpoblado enclave costero, que alberga a 2,3 millones de personas, no han cesado desde 2005
Fecha calculada
La fecha del ataque también ha sido calculada. La guerra que comenzó hace hoy cincuenta años reunía a las grandes naciones árabes, en un nuevo intento por aplastar el Estado hebreo. Desde entonces ha llovido mucho. Los palestinos observan hoy con desesperación cómo, uno tras otro, los países que en su día hicieron la guerra a los israelíes para defender sus derechos están sellando la paz. Y les dan la espalda. El último eslabón es Arabia Saudí, que está a punto de reconocer al Estado de Israel.
La autoridad palestina de Mahmoud Abas, que no manda en Gaza, sigue intentando la vía diplomática. Pero los fundamentalistas de Hamás consideran que solo la guerra y el terror podrán, a la larga, doblegar a Israel, y han desatado una ola de violencia que solo traerá llanto y desolación a ambos bandos.
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